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Kailash Satyarthi pide globalizar la compasión contra esclavitud infantil

Nobel de la Paz pide globalizar la compasión contra esclavitud infantil
El ganador del premio Nobel de la Paz de 2014, el indio Kailash Satyarthi, reclamó un movimiento mundial de compasión humana para combatir el problema persistente del trabajo y la esclavitud infantiles.
“Vivimos en un mundo globalizado, vamos a globalizar la compasión humana”, exhortó Satyarthi en una sesión informativa sobre la erradicación de la esclavitud infantil para 2030, organizada por el Departamento de Información Pública de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su sede en Nueva York.
Satyarthi, un incansable activista contra el trabajo infantil, recibió el premio Nobel de la Paz junto con la joven pakistaní Malala Yousafzai, “por su lucha contra la opresión de los niños y jóvenes y por el derecho a la educación de todos los niños”, según explicó el Comité Noruego del Nobel que otorga la distinción.
Satyarthi dijo que confiaba en que vería el final de la servidumbre infantil en su vida, pero hizo hincapié en que todo el mundo tiene la responsabilidad moral de encarar el problema.
El trabajo infantil sigue siendo un problema verdaderamente mundial, que perjudica a millones de niños y niñas.
En Asia meridional, aproximadamente 250.000 niños y niñas, algunos de apenas cuatro años, trabajan hasta 18 horas al día atando nudos para las alfombras que se exportan a Estados Unidos y Europa.
En Haití, la Fundación de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calcula que 225.000 menores, en su mayoría niñas, entre cinco y 17 años viven como “restaveks”, o trabajadoras internas al servicio doméstico de las familias más ricas.
En República Centroafricana, la ONU informa que hay unos 6.000 niños soldados, lo que incluye a niñas utilizadas como esclavas sexuales.
En todo el mundo, más de la mitad de los niños y niñas que trabajan lo hacen en la agricultura, incluso en Estados Unidos, donde la organización de derechos humanos Human Rights Watch denunció que los menores que trabajan en las plantaciones de tabaco están expuestos a la intoxicación de la nicotina.
En total, la Organización Internacional del Trabajo señaló que hay 168 millones de niños y niñas que trabajan, y que más de la mitad, unos 85 millones, realizan tareas peligrosas.
Detrás de cada dato estadístico hay un clamor por la libertad de un niño o niña a quien no estamos escuchando, destacó Satyarthi el martes 17.
“Ese es el grito de ser un niño, un niño que puede jugar, un niño que puede amar, un niño que puede ser un niño”, declaró.
Satyarthi contrastó el número de niños trabajando a tiempo completo con los 200 millones de adultos que carecen de empleo en todo el mundo. Abordar este desequilibrio es una cuestión compleja, en parte porque en las poblaciones vulnerables los niños son considerados más fáciles de explotar que sus mayores, explicó.
El activista indio también expresó su preocupación por que, si bien se avanzó en el trabajo infantil, la lucha contra el crimen de la esclavitud infantil está estancada.
“El número de niños esclavos, de los niños que realizan trabajos forzados, no se redujo en absoluto”, y en los últimos 15 años se mantuvo estable en unos 5,5 millones, aseguró.
La ONU desempeñó un papel clave en la lucha contra el trabajo infantil, reconoció. Satyarthi hizo hincapié en que era necesario contar con un lenguaje claro en la lucha contra el trabajo infantil en los objetivos de desarrollo sostenible, cuya aprobación está prevista en la Cumbre Especial sobre Desarrollo Sostenible que se celebrará en septiembre de este año en Nueva York.
También abogó por una mayor cooperación entre las organizaciones que trabajan para proteger a los niños para asegurar una estrategia integral.
Susan Bissell, directora de Protección Infantil de Unicef, también estuvo en la sesión del martes en la ONU. “La primera línea de defensa para no convertirse en víctima de la esclavitud es el niño o la niña y su familia”, sostuvo.
“Al empoderar a las familias social y económicamente y generar su resiliencia para reconocer la esclavitud infantil, y al estar sensibilizados de sus derechos y cómo ejercerlos, podemos propinarle el primer golpe a la esclavitud”, expresó.
Bissell también instó al sector privado a erradicar la esclavitud infantil, y agregó que los derechos de los niños deben ser vistos como un mandato relevante de las empresas.
Satyarthi concluyó su discurso con un fuerte llamado a la acción.
“Si un solo niño en cualquier parte del mundo está en peligro el mundo no es seguro. Si una sola niña es vendida como un animal y sexualmente abusada y violada, no podemos decir que somos una sociedad culta”, subrayó.
“Me niego a aceptar que algunos niños nacen para vivir sin dignidad humana. Cada uno de ustedes tiene algo de responsabilidad moral. No puede recaer solo sobre mí”, concluyó el activista.
Lyndal Rowlands. Ipsnoticias.net. 20/03/15

1087. Kailash Satyarthi, Nobel de la Paz 2014

Kailash Satyarthi: una vida dedicada a luchar contra la explotación infantil en India
Preside la Marcha Global contra el Trabajo Infantil
En 1998, la ONG reunió a siete millones de personas
Kailash Satyarthi, premiado con el premio Nobel de la paz 2014, es un activista que se ha puesto a la cabeza del movimiento para acabar con el trabajo infantil.
Satyarthi es el presidente y el rostro más conocido de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil (www.globalmarch.org), que organiza manifestaciones para denunciar el trabajo en condiciones de semiesclavitud de los niños indios en las fábricas. La ONG ha liberado ya del trabajo forzado a unos 80.000 niños.
Su trabajo ha sido señalado con numerosas distinciones como el español Galardón Internacional Alfonso Comin en 2008, el Premio Internacional de Derechos Humanos Robert F. Kennedy de Estados Unidos, o el Premio Internacional Derechos Humanos Fredric Ebert de Alemania, entre otros.
Junto a su activismo en pro de la educación de los menores, su condición de ciudadano indio de religión hindú ha sido otra de las características valoradas por la Academia Sueca para concederle el galardón junto a a Malala , paquistaní y musulmana.
India y Pakistán están enfrentados y han sostenido varias guerras desde la independencia de ambos estados, en 1947.
Resistencia civil contra la explotación infantil
Satyarthi abandonó su carrera como ingeniero eléctrico a los 26 años para luchar contra el trabajo infantil en la década de los ochenta.
"Recuerdo que cuando comencé a luchar en contra de la explotación infantil hace unos 20 años la cifra global alcanzaba los 250 millones de niños y ha bajado hasta los 168 millones", declaró en una reciente entrevista a Efe. Su país, la India, es el país con mayor incidencia, con 50 millones de niños trabajadores.
En 1983 fundó la ONG Bachpan Bachao Andolan (BBA, Movimiento para Salvar la Infancia) y en 1998 lideró una movilización civil que reunió a cerca de 7,2 millones de personas y que dio lugar al nacimiento de Marcha Global.
La organización trabaja en tres frentes. En primer lugar, lleva a cabo redadas en talleres y fábricas donde se usa mano de obra esclava infantil, en ocasiones sin informar a la Policía del lugar concreto para evitar que alerten a los criminales.
En otras ocasiones, la ONG ayuda a pagar la deuda de los padres para que no tengan que obligar a los hijos a trabajar.
Después, su organización intenta que los menores lleven una nueva vida y les forma para que a su vez se conviertan en activistas por los derechos de la infancia.
Por último, Satyarthi intenta concienciar a los consumidores tanto en India como en el resto del mundo para que no consuman productos fabricados con el trabajo de menores. La etiqueta "Rugmark" certifica que las alfombras indias que se venden en el extranjero no han sido fabricadas con mano de obra infantil.
Crecimiento económico sin explotación infantil
"El crecimiento y la economía de mercado no pueden prosperar dando la mano a la esclavitud y el tráfico infantil. No puedes hacer este mundo mejor, más pacífico y apto para vivir teniendo el peso de la esclavitud infantil no en tu espalda, sino en tu cara", ha declarado el ahora premio nobel.
Cuando Narendra Modi, que en su infancia trabajó vendiendo té, fue elegido primer ministro de la India en mayo, Satyarthi dijo en su Twitter: "Un niño vendedor de té desafía a sus detractores y se convierte en el mandatario de la India. Ahora es su papel asegurarse de que ningún niño es forzado a trabajar".
Rtve.es 10/10/14

Kailash Satyarthi y su lucha por los derechos de los niños
Este viernes Satyarthi recibió el Premio Nobel de la Paz por su labor contra la explotación infantil.
Kailash Satyarthi fue galardonado este viernes con el Premio Nobel de la Paz 2014 junto a la paquistaní Malala Yousafzai. Satyarthi nació el 11 de enero de 1954 en Vidisha, Madhya Pradesh en la India.
Ingeniero de profesión y profesor en una universidad de Bhopal, en 1980 renunció a su carrera docente para asumir la secretaría general del Frente de Liberación del Trabajo en Servidumbre.
En 1983 fundó el Movimiento para salvar la Infancia (Bachpan Bachao Andolan), una movilización que reunió a 7,2 millones de personas y gestó el nacimiento de Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil (Global March Against Child Labor), que organiza manifestaciones para denunciar el trabajo de los niños en condiciones de esclavitud en fábricas. Esta ONG ya ha liberado a 80 mil infantes del trabajo forzado.
“Le doy las gracias al comité Nobel por este reconocimiento del sufrimiento de millones de niños”, declaró Satyarthi a la agencia Press Trust of India (PTI).
El activista inició su labor denunciando las fábricas de India donde trabajaban menores. Durante esta lucha liberó a familias enteras obligadas a trabajar para pagar sus deudas.
La mayoría de las manifestaciones no violentas convocadas contra la explotación infantil siguen la tradición de Gandhi, tal y como subrayó el comité Nobel para justificar el premio.
Satyarthi también es fundador de RugMark, una organización conocida a escala internacional que certifica en sus etiquetas que las alfombras vendidas al extranjero no son fabricadas con mano de obra infantil.
El presidente del comité Nobel noruego, Thorbjoern Jagland, recordó que “ hay 168 millones de niños trabajadores en el mundo actualmente”, situación que Satyarthi considera ilegal e inmoral.
El activista señaló que su conciencia social despertó a los seis años cuando vio a un niño de su edad ayudando a su padre a limpiar zapatos. Así como ese infante había muchos niños trabajando en lugar de ir a la escuela.
Al galardonar a Satyarthi y a Malala, de 17 años, el Comité Nobel reconoció la lucha de ambos contra “la opresión de los niños y de los jóvenes, y por el derecho de todos los niños a la educación”.
Telesurtv.net 10/10/14

Kailash Satyarthi, la voz de los niños
Activista social con formas "gandhianas", Kailash Satyarthi ha liberado a unos 80.000 niños esclavos forzados a trabajar en la India, una labor reconocida con el Premio Nobel de la Paz junto a la paquistaní Malala Yousafzai.
Su trabajo ha sido señalado con numerosas distinciones como el español Galardón Internacional Alfonso Comin en 2008, el Premio Internacional de Derechos Humanos Robert F. Kennedy de Estados Unidos, o el Premio Internacional Derechos Humanos Fredric Ebert de Alemania, entre otros.
Nacido el 11 de enero de 1954 en la ciudad de Vidisha en el estado indio de Madhya Pradesh, Satyarthi abandonó su carrera como ingeniero eléctrico a los 26 años para luchar contra el trabajo infantil en la década de los ochenta. Satyarthi abandonó su carrera como ingeniero eléctrico a los 26 años para luchar contra el trabajo infantil en la década de los ochenta
En 1983 fundó la ONG Bachpan Bachao Andolan (BBA, Movimiento para Salvar la Infancia) en la India, que con 50 millones de trabajadores es el país del mundo con mayor incidencia de empleo infantil.
La organización de Satyarthi lleva a cabo redadas en talleres y fábricas  donde se usa mano de obra esclava infantil, en ocasiones sin informar a la Policía del lugar concreto para evitar que avisen a los criminales.
Creó la etiqueta "Rugmark" que certifica que las alfombras indias que se venden en el extranjero no han sido fabricadas con mano de obra infantil.
Además, organiza campañas de concienciación con protestas que siguen el modelo pacífico de Mahatma Gandhi.
Pero la lucha de este activista ha traspasado las fronteras indias y la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, organismo que ayudó a fundar.
"Recuerdo que cuando comencé a luchar en contra de la explotación infantil hace unos 20 años la cifra global alcanzaba los 250 millones de niños y ha bajado hasta los 168 millones", dijo a Efe en una reciente entrevista Satyarthi.
Explotación de menores
El activista advirtió de las consecuencias que la explotación trae para los menores, que "están atrapados en la esclavitud y pierden toda su infancia, aspiraciones, futuro, oportunidades, educación y, lo más importante, su libertad".
"El crecimiento y la economía de mercado no pueden prosperar dando la mano a la esclavitud y el tráfico infantil. No puedes hacer este mundo mejor, más pacífico y apto para vivir teniendo el peso de la esclavitud infantil no en tu espalda, sino en tu cara", reclamó.
Cuando Narendra Modi, que en su infancia trabajó vendiendo té, fue elegido primer ministro en mayo Satyarthi tuiteó: "Un niño vendedor de té desafía a sus detractores y se convierte en el mandatario de la India. Ahora es su papel asegurarse de que ningún niño es forzado a trabajar".
20minutos.es. 10/10/14

El premio Nobel Kailash Satyarthi por los derechos de los niños
El indio Kailash Satyarthi, galardonado este viernes con el Nobel de la Paz junto a la paquistaní Malala Yousafzai, ha ayudado a decenas de miles de niños tratados como esclavos por hombres de negocios o terratenientes a recuperar su libertad.
Nacido el 11 de enero de 1954, Satyarthi ha estado en primera línea desde hace 30 años contra el trabajo y la explotación infantiles en su país, donde la práctica es usual.
Satyarthi, nacido en el estado indio de Madhya Pradesh, e ingeniero eléctrico de profesión, encabeza la organización Global March Against Child Labor (marcha mundial contra el trabajo infantil), un conjunto de 2.000 grupos sociales presente en 140 países. 
El Nobel de la Paz vive modestamente  y siempre mantiene un bajo perfil, incluso en su propio país.
"Le doy las gracias al comité Nobel por este reconocimiento del sufrimiento de millones de niños", dijo el galardonado, quien dijo estar "encantado" con la noticia del premio, en declaraciones recogidas por la agencia Press Trust of India (PTI).
Respecto a su organización Global March Against Child Labor, Satyarthi se congratuló:"Algo que nació en India ha ido creciendo y es ahora un movimiento mundial contra el trabajo infantil".
Satyarthi inició su labor denunciando los almacenes o fábricas de India donde trabajaban menores.
Ello le permitió liberar a familias enteras obligadas a trabajar para devolver un préstamo. Explotadas e incapaces de pagar esas deudas, esas familias son a menudo vendidas a otros patronos.
El activista también ha convocado numerosas manifestaciones no violentas contra la explotación infantil, siguiendo la "tradición de Gandhi", como lo subrayó el comité Nobel al justificar el premio.
En 2007, Satyarthi había organizado una marcha de varios miles de kilómetros contra el tráfico de niños a lo largo de la frontera de India con sus vecinos asiáticos.
El presidente del comité Nobel noruego, Thorbjoern Jagland, recordó que "se calcula que hay 168 millones de niños trabajadores en el mundo actualmente".
En el año 2000 había "78 millones de niños trabajadores más, por lo que el mundo se acerca a su objetivo de eliminar el trabajo infantil", afirmó.
"El trabajo infantil es ilegal e inmoral", afirma el propio Satyarthi en el sitio eléctrónico de su organización.
"¿Si no es ahora, entonces cuándo? ¿Si no tú, entonces quién? Si somos capaces de responder a estas preguntas fundamentales, entonces quizá podamos acabar con la mácula de la esclavitud humana" afirma Satyarthi.
Este activista es también fundador de RugMark, organización ampliamente conocida en el ámbito internacional que "etiqueta" las alfombras fabricadas allí donde no hay trabajo infantil.
Satyarthi afirma que su conciencia social se despertó cuando, a los seis años, vio a un niño de su edad, frente al colegio, ayudando a su padre a lustrar zapatos.
Al ver a muchos niños trabajando en lugar de ir a la escuela, Satyarthi se dio cuenta de que era urgente resolver este problema, lo que lo impulsó a abrazar esta causa.
Al premiar a Satyarthi y a Malala, de 17 años, el Comité Nobel quiso saludar el combate de ambos contra "la opresión de los niños y de los jóvenes, y por el derecho de todos los niños a la educación".
El propio premiado veía así su misión, en una reciente entrevista en el centro Kennedy: "Es como una prueba. Se trata de un examen moral que tenemos que superar, el de oponernos a semejantes oprobios sociales".
Nacion.com. 10/10/14
Kailash Satyarthi, el defensor indio de la infancia y la educación
Muchas veces nominado, hoy este activista y emprendedor social finalmente fue reconocido con el premio Nobel por su lucha para erradicar la explotación infantil.
Su nombre es más desconocido, pero su labor ha marcado a todo el mundo.
Kailash Satyarthi, el nuevo Nobel de la Paz junto a Malala Yuzafsai, es un activista indio cuyo trabajo se ha centrado en liberar a los niños de la explotación y esclavitud y promover el derecho a la educación, tanto en su país como en el mundo.
Nacido en enero de 1954, ha dedicado su vida a seguir "la tradición de Gandhi" con manifestaciones no violentas para poner la protección de la infancia en primera línea, como destacó el comité que entrega el galardón.
Una de sus iniciativas es la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, uno de los movimiento sociales más fuertes que está activo en más de 140 países y ha provocado la implementación de leyes internacionales en la materia.
Con la fundación Bachpan Bachao Andolan, en India, ha liderado acciones para empoderar y rehabilitar a más de 80 mil niños de la explotación, la esclavitud y la trata.
Siempre con estos objetivos en mente fundó Rugmark, un conglomerado internacional de compañías independientes de docena de países que importa y exporta alfombras. Estos productos ganan la categoría Rugmark cuando una investigación de campo comprueba que no están hechas en base al trabajo infantil.
Según reconoce la página "Arquitectos de la Paz", con esta iniciativa ha aumentado las oportunidades de trabajo para adultos y ha provocado que miles de consumidores tengan una decisión ética, lo que se ha extendido a otros países de Asia y la producción de diversos productos.
El activista también lidera la Campaña Mundial por la Educación en su intento por convertirla en un derecho constitucional.
Esto pavimentó el camino para establecer el Derecho de los Niños a una Educación Obligatoria y Gratuita, una ley india promulgada en 2009.
Debido a su extensa labor, Satyarthi ha recibido diversos reconocimientos al que ahora se suma el Nobel.
24horas.cl 10/10/14

1086. Malala Yousafzai, Nobel de la Paz 2014

Malala, la niña que plantó cara a los talibanes para poder estudiar
Fue tiroteada en la cara por los islamistas cuando iba a la escuela
Se ha convertido en un icono de la lucha por la educación universal
Es la persona más joven galardonada con el premio Nobel de la Paz
Los talibanes paquistaníes intentaron acallarla a tiros a Malala Yousafzai hace un año, pero solo han conseguido hacerla mundialmente conocida y convertirla en un icono de la libertad, la igualdad de la mujer y el derecho a la Educación.
Su lucha incansable por el derecho de las niñas a estudiar le ha merecido los reconocimientos más importantes. Es la premiada más joven con el Nobel de la Paz y el Sájarov a la libertad de conciencia.
Malala ha recibido el Premio Sajarov con el que el Parlamento europeo destaca la lucha por la libertad de conciencia. Y es candidata al Nobel de la paz.
Diario de la discriminación
La historia de Malala comienza en 2009, cuando la niña tenía 12 años y los talibanes paquistaníes controlaban el  valle  del Swat, en el noreste de Pakistán, e imponían su versión rigorista del Islam. Una de sus medidas fue prohibir que las niñas acudieran a la escuela.
El 70% de sus compañeras había dejado de acudir a clase  por miedo o por indicación de sus familias, pero Malala acudía de manera casi clandestina, sin uniforme, escondiendo sus libros. Y comenzó a narrar sus experiencias en un blog diario en la página de la BBC en urdu (una de las lenguas que se hablan en Pakistán), bajo el seudonimo Gul Makay.
“En el mundo - escribía la joven - las chicas van a la escuela libremente y no hay miedo, pero  en Swat cuando vas a la escuela tienes mucho miedo de los talibanes. Ellos nos matarán. Nos lanzarán ácido a la cara. Pueden hacer cualquier cosa”.
“En mi camino a la escuela he escuchado a un hombre diciendo ‘Te  mataré’. Aligeré el paso y un momento después miré si estaba detrás de  mí pero para mi alivio estaba hablando por el móvil y debía estar  amenazando a otro”, decía en otra entrada, el 3 de enero.
La historia llamó la atención del periodista del New York Times, Adam B. Ellick, que entrevistó a Malala y le puso cara, para el mundo pero también para sus enemigos.
Al borde de la muerte
En 2010, el Ejército paquistaní expulsó finalmente a los talibanes del Swat y Malala volvió a su escuela, como ella misma se encargaba de contar contenta a la BBC.
El Gobierno, incluso, decidió convertirla en icono y darle un premio nacional a finales de 2011. Pero desde que su identidad había sido revelada, Malala y su familia sufrían amenazas contínuas.
El 6 de octubre de 2012, finalmente las amenazas se convirtieron en realidad. Un grupo de hombres armados llegó a la escuela. Preguntaron por ella y la esperaron a la salida. Después, subieron al autobús escolar y le dispararon a bocajarro en la cabeza y el  cuello, dejándola al borde de la muerte.
El portavoz de los talibanes paquistaníes, Ehsanullah Ehsan, confesaba que el grupo estaba tras el ataque. "Es pro-occidental, estaba hablando contra los talibanes y decía que  el presidente Obama era su ídolo. Era joven pero estaba promoviendo la  cultura occidental es las zonas pastunes", dijo.
La joven activista fue trasladada en un avión ambulancia desde Islamabad   al hospital Queen Elisabeth de Birmingham, en Reino Unido, donde  se sometió a dos intervenciones quirúrgicas.
En sus primeras declaraciones tras recuperar el habla, Malala reafirmó su compromiso con el derecho de la mujer a la Educación.
Influencia mundial
Desde entonces, Malala se ha convertido en una de 100 personalidades más influyentes del mundo, según la revista Time.
En noviembre de 2012, la ONU dedicó un día en su nombre al derecho universal a la Educación. Durante su discurso, la joven afirmó que no estaba en contra de nadie, ni siquiera de los  talibanes en su país, y aseguró que incluso si tuviera una pistola "no dispararía" a la persona que la atacó.
"Es  algo que aprendí de Mahoma, el patrimonio que recibí de Martin Luther  King y de Nelson Mandela, la filosofía de la no violencia que aprendí de  Gandhi y la madre Teresa, el perdón que aprendí de mi padre y de mi  madre", aseguró entre aplausos.
Quizá por ello ha pedido, recientemente, que se negocie con los talibanes, los mismos que intentaron matarla y le prohibieron ir a clase.
Sin embargo, el predicamento de Malala en el exterior no es correspondido en su país, donde la celebración de la ONU pasó desapercibida.
Los talibanes la han vuelto a acusar de abandonar el Islam y de "convertirse al laicismo", quizá para recordarle que su recién ganada fama internacional no es ningún seguro de vida en la convulsa sociedad paquistaní.
Rtve.es 10/10/14

El emotivo discurso que Malala Yousafzai dio frente a los líderes de la ONU en 2013
El 12 de julio de 2013, el día que cumplía 16 años, la joven Malala Yousafzai, se subió al estrado del auditorio de las Naciones Unidas en Nueva York y ofreció un emotivo discurso en favor de la educación infantil que hizo levantarse a los presentes en aplausos.
Malala Yousafzai, que se ha convertido este viernes en la ganadora más joven del Nobel de la Paz, ganó fama mundial en 2012 cuando milicianos talibán estuvieron a punto de acabar con su vida por su apasionada lucha en favor de la educación para las niñas.
"Los terroristas pensaron que cambiarían nuestros objetivos y frenarían nuestras ambiciones pero nada cambió en mi vida excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza murieron. La fuerza, el poder y el valor nacieron", declaró ante la ONU el año pasado.
Este es el discurso que Malala pronunció ante la ONU:
"En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.
Honorable Secretario General, Sr. Ban Ki-moon; respetado presidente de la Asamblea General, Vuk Jeremic; Sr. Gordon Brown, honorable enviado de la ONU para la Educación Global, respetados ancianos, queridos hermanos y hermanas: Assalamu alaikum. Hoy es un honor para mí estar hablando otra vez después de mucho tiempo. Estar aquí con personas tan distinguidas es un gran momento en mi vida; y es un honor para mí que hoy lleve puesto este chal que perteneciera a la difunta Benazir Bhutto.
No sé por dónde empezar mi discurso. No sé lo que la gente se esperaba que dijera, pero en primer lugar le agradezco a Dios, para quien todos somos iguales, y a cada persona que ha orado por mi rápida recuperación y una nueva vida. No puedo creer el mucho amor que la gente me ha demostrado.
He recibido miles de tarjetas de buenos deseos y regalos de todo el mundo. ¡Gracias a todos ellos! Gracias a los niños cuyas palabras inocentes me han animado. Gracias a los ancianos cuyas oraciones me fortalecieron.
Me gustaría dar las gracias a las enfermeras, médicos y al personal de los hospitales de Pakistán y el Reino Unido y al Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, porque me han ayudado a mejorar y recuperar mi fuerza. Apoyo plenamente al Secretario General de la ONU, Sr. Ban Ki-moon, en su Primera Iniciativa de Educación Global y el trabajo del enviado especial de la ONU para la Educación Global, Gordon Brown y al Honorable Presidente de la Asamblea General de la ONU, Vuk Jeremic.
Les doy las gracias por el liderazgo que siguen mostrando. Inspiran a todos a la acción. Queridos hermanos y hermanas, recuerden una cosa: el Día de Malala no es mi día. Hoy es el día de cada mujer, cada niño y cada niña que ha levantado la voz por sus derechos. Hay cientos de activistas de derechos humanos y de trabajadores sociales, que no sólo están hablando de sus derechos, sino que están luchando para lograr el objetivo de la paz, la educación y la igualdad.
Miles de personas han sido asesinadas por los terroristas y millones han resultado heridas. Yo sólo soy una de ellas: así que aquí estoy. Aquí estoy, una niña, entre muchas otras. No hablo por mí, sino por aquellos que no tienen voz se puedan hacer oír: aquellos que han luchado por sus derechos. Su derecho a vivir en paz. Su derecho a ser tratados con dignidad. Su derecho a la igualdad de oportunidades. Su derecho a la educación. Queridos amigos, el 9 de octubre de 2012, un talibán me disparó en el lado izquierdo de la cabeza; dispararon a mis amigos, también. Pensaban que las balas nos iban a callar, pero fracasaron.
Y de ese silencio surgieron miles de voces. Los terroristas pensaban que iban a cambiar mis objetivos y hacerme dejar mis ambiciones. Pero nada ha cambiado en mi vida, excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza murieron. Nació la Fuerza, el poder, el coraje. Yo soy la misma Malala: Mis ambiciones son las mismas, mis esperanzas son las mismas. Y mis sueños son los mismos. Queridos hermanos y hermanas: no estoy en contra de nadie.
Tampoco estoy aquí para hablar en términos de venganza personal contra los talibán o cualquier otro grupo terrorista. Estoy aquí para hablar en nombre del derecho a la educación de todos los niños. Quiero educación para los hijos e hijas de los talibán y los terroristas y extremistas. Ni siquiera odio al talibán que me disparó. Incluso si tuviera un arma en la mano y él estuviera de pie frente a mí, no le dispararía.
Esta es la compasión que he aprendido de Mahoma, el profeta de la misericordia, Jesucristo y Buda. Este es el legado de los cambios que he heredado de Martin Luther King, Nelson Mandela y Mohammed Ali Jinnah. Esta es la filosofía de la no violencia que he aprendido de Gandhi, Bacha Khan y la Madre Teresa. Y este es el perdón que he aprendido de mi padre y de mi madre.
Esto es lo que mi alma me dice: estar en paz y amor con todos. Queridos hermanos y hermanas, nos damos cuenta de la importancia de la luz cuando vemos oscuridad. Nos damos cuenta de la importancia de nuestra voz cuando somos silenciados. De la misma manera, cuando estábamos en Swat, al norte de Pakistán, nos dimos cuenta de la importancia de los lápices y libros cuando vimos las armas.
El sabio dijo: “La pluma es más poderosa que la espada.” Es cierto. Los extremistas tienen miedo a los libros y bolígrafos. El poder de la educación les da miedo. Tienen miedo de las mujeres. El poder de la voz de las mujeres les da miedo. Esto es por qué mataron a 14 estudiantes inocentes en el reciente ataque en Quetta. Y es por eso que matan a las maestras.
Es por eso que están destruyendo escuelas todos los días: porque tienen miedo al cambio y a la igualdad que llevaremos a nuestra sociedad. Recuerdo que un chico en la escuela, al que un periodista preguntó por qué los talibán estaban en contra de la educación, respondió muy simplemente apuntando hacia un libro: “un talibán no sabe lo que está escrito en el interior de este libro.”
Ellos piensan que Dios es un ser minúsculo y conservador que apuntaría un arma a la cabeza de la gente sólo porque van a la escuela. Estos terroristas están haciendo mal uso del nombre del Islam para su propio beneficio personal. Pakistán es un país amante de la paz y democracia. Pastunes quieren educación para sus hijas e hijos. El Islam es una religión de paz, humanidad y fraternidad. Es deber y responsabilidad de cada uno el conseguir educación para todos los niños, eso es lo que dice. La paz es una necesidad para la educación.
En muchas partes del mundo, especialmente en Pakistán y Afganistán, el terrorismo, la guerra y los conflictos impiden que los niños asistan a la escuela. Estamos muy cansados ??de estas guerras. Las mujeres y los niños sufren de muchas maneras en demasiadas partes del mundo. En India, niños inocentes y pobres son víctimas del trabajo infantil. Muchas escuelas han sido destruidas en Nigeria. Las gente en Afganistán se ha visto afectada por el extremismo.
Las niñas tienen que hacer el trabajo infantil doméstico y se ven obligadas a casarse a una edad temprana. La pobreza,la ignorancia, la injusticia, el racismo y la privación de sus derechos básicos son los principales problemas que enfrentan mujeres y hombres. Hoy me estoy centrando en los derechos de la mujer y la educación de las niñas, ya que ellas son las más afectadas. Hubo un tiempo en que las activistas pidieron a los hombres que lucharan por ellas. Pero esta vez vamos a hacerlo por nosotras mismas. No estoy diciendo que los hombres se aparten de hablar sobre los derechos de la mujer; me estoy enfocando en que las mujeres sean independientes y luchen por sí mismas.
Así que, queridos hermanos y hermanas, ahora es el momento de hablar. Hoy hacemos un llamado a los líderes mundiales para que cambien sus políticas estratégicas en favor de la paz y la prosperidad. Hacemos un llamado a los líderes mundiales para que todos estos acuerdos deban proteger a las mujeres y los derechos de los niños. Un acuerdo que va en contra de los derechos de las mujeres es inaceptable.
Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos a garantizar la educación gratuita y obligatoria en todo el mundo, para todos los niños. Instamos a todos los gobiernos para luchar contra el terrorismo y la violencia, a proteger a los niños de la brutalidad y el daño. Hacemos un llamado a los países desarrollados para que apoyen la expansión de las oportunidades de educación para las niñas en el mundo en desarrollo. Hacemos un llamado a todas las comunidades a ser tolerantes, a rechazar los prejuicios por motivos de casta, credo, secta, color o religión asegurando la libertad y la igualdad para las mujeres, para que puedan prosperar.
No todos podremos tener éxito si la mitad de nosotros somos refrenados. Hacemos un llamado a nuestros hermanas de todo el mundo para ser valientes, para asumir la fuerza dentro de sí mismas y desarrollar todo su potencial. Queridos hermanos y hermanas, queremos escuelas y educación para un futuro brillante de todos los niños. Continuaremos el camino a nuestro destino de paz y educación. Nadie nos puede parar. Hablaremos a favor de nuestros derechos y vamos a traer el cambio con nuestra voz.
Creemos en el poder y la fuerza de nuestras palabras. Nuestras palabras pueden cambiar el mundo entero porque lo haremos todos juntos, unidos por la causa de la educación. Y si queremos lograr nuestro objetivo, entonces tenemos que empoderarnos a nosotros mismos con el arma del conocimiento y nos protegeremos con unidad y fraternidad.
Queridos hermanos y hermanas: no debemos olvidar que millones de personas sufren de pobreza, injusticia e ignorancia. No hay que olvidar que millones de niños están fuera de sus escuelas. No debemos olvidar que nuestros hermanos y hermanas están esperando por un futuro pacífico y luminoso. Libraremos una lucha gloriosa contra el analfabetismo, la pobreza y el terrorismo; tomaremos nuestros libros y lápices porque son armas más poderosas. Un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución. Educación primero. Gracias".
Europapress.es. 10/10/14

Las 17 frases de Malala Yousafzai, la nobel de 17 años
La paquistaní ha llevado su activismo por la educación infantil fuera de su país luego de sobrevivir a un atentado casi mortal
Durante años, luchó en un blog con un pseudónimo a favor de la educación de las niñas en el Pakistán dominado por los talibanes, pero luego de dos años que cambiaron radicalmente su vida hoy es la persona más joven en ganar el Premio Nobel de la Paz: Malala Yousafzai.
La paquistaní de 17 años se ha convertido en una de las voces más fuertes de la educación infantil, en especial de las mujeres en países donde el extremismo religioso las margina de esa oportunidad.
El atentado que sufrió en 2012, cuando miembros del Talibán en sus dominios del Valle del Swat (norte de Pakistán) le dispararon de muerte, le ayudó a pasar del anonimato en internet a una lucha frontal por la educación ante presidentes y foros mundiales como el de las Naciones Unidas.
Su mensaje ha resonado por todo el mundo, tanto en su libro Yo soy Malala, como en sus discursos, por ello te presentamos 17 frases destacadas:
1. “Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar al mundo. La educación es la única solución”. Discurso ante la Asamblea General de la ONU.
2. “Que las mujeres sean independientes y peleen por ellas. Es tiempo de pelear. Llamamos a los líderes mundiales a cambiar sus estrategias”. Declaración en la sede de las Naciones Unidas.
3. "Algunos niños no quieren consolas, quieren un libro y un bolígrafo para ir al colegio". Discurso ante el Parlamento Europeo.
4. “Vivimos como una familia de naciones, es necesario que cada miembro de esta familia reciba oportunidades iguales de crecimiento económico, social y especialmente educacional (…) Si un miembro se rezaga, el resto nunca podrá continuar hacia delante". Discurso ante los miembros de la Commonwealth.
5. “Mi meta no es obtener el Premio Nobel de la Paz. Mi meta es conseguir la paz y mi objetivo es ver la educación de todos los niños”. Entrevista a la BBC.
6. "Teníamos dos opciones, estar calladas y morir o hablar y morir, y decidimos hablar". Premios Convivencia de Valencia, España.
7. “La educación es un poder para las mujeres, y eso es por lo que los terroristas le tienen miedo a la educación. Ellos no quieren que una mujer se eduque porque entonces esa mujer será más poderosa”. Entrevista en The Daily Show.
8. “La educación no es oriental y occidental, la educación es educación y es el derecho de cada ser humano”. Discurso en la Biblioteca de Birmingham.
9. "Hubo un momento en que las mujeres activistas pidieron a los hombres que lucharan por sus derechos. Pero esta vez vamos a hacerlo por nuestra cuenta". Discurso ante la Asamblea General de ONU.
10. "Si se quiere acabar la guerra con otra guerra nunca se alcanzará la paz. El dinero gastado en tanques, en armas y soldados se debe gastar en libros, lápices, escuelas y profesores". Discruso ante el Banco Mundial.
11. "Sabía que me iban a disparar, pero no quise parar mi campaña (contra la influencia talibán y a favor de la educación). Estaba preparada para que me dispararan". Mensaje en la presentación de su libro, Yo soy Malala.
12. "La mejor forma de luchar contra el terrorismo y por la educación es a través de la política. Por eso lo elegí, porque un médico solo puede ayudar a una comunidad, pero un político puede ayudar a todo un país". Entrevista con la agencia EFE.
13. "La voz tiene poder, la gente escucha cuando hablamos; no se trata de combatir el terrorismo con la violencia sino con las palabras". Recibimiento del Premio Convivencia.
14. "No queremos políticos que tomen todas sus decisiones con el único objetivo de imponer sus ideologías, lo que queremos es que escuchen a la gente". Palabras ante el director del Banco Mundial.
15. "Muchas veces me pregunto: ¿hago los deberes o me concentro en el libro? ¿Hago los deberes o trabajo en la fundación Malala? Ambas cosas son importantes, pero entonces pienso, Malala, si pierdes 10 minutos viendo la tele o jugando al criquet está bien", entrevista con EFE.
16. “Los terroristas pensaban que podrían cambiar mis objetivos y frenar mis ambiciones, pero nada cambiará mi vida excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza. La fuerza, el poder y el valor nacieron”. Declaración tras recuperarse del atentado de 2012.
17. “Parte de la naturaleza humana es que no aprende la importancia de nada hasta que se nos arrebata algo de nuestras manos”. Entrevista en The Daily Show.
Cnn.com. 10/10/14

Malala Yousafzai llamó a los niños a "defender sus derechos"
La joven pakistaní Malala Yousafzai, quien recibió este viernes el Premio Nobel de la Paz 2014, junto al activista indio Kailash Satyarthi, instó a los niños a "defender sus derechos".
Dijo también que haber recibido el premio era un "honor" y que la hace sentir "más fuerte y corajuda".
En octubre de 2012 el Talibán atacó a Yousafzai, quien hoy tiene 17 años, y le disparó en la cabeza.
El ataque fue porque ella defendía el derecho de las niñas a ir a la escuela.
Es la persona más joven que jamás recibió el Nobel de la Paz.
Dijo en una conferencia en Birmingham, Reino Unido, donde ahora vive, que se enteró de la noticia cuando la sacaron de su clase de química en la escuela.
Por la tarde regresó a su clase de física e inglés.
Bbc.com.uk. 10/10/14

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