La Paz requiere sociedades que vivan en Equidad, Libertad, Igualdad y Solidaridad.
Caracas, Venezuela. Naciones Unidas define la cultura de paz como
"los valores, actitudes y comportamientos que reflejan e inspiran la
interacción social y animan a compartir basándose en los principios de
libertad, justicia y democracia". La cultura de paz busca superar la violencia
e instaurar un modelo de convivencia basado en el respeto de la diversidad y
resolución pacífica de conflictos.
Esta búsqueda de la paz debe operar
tanto a nivel interno como en las relaciones entre Estados, pues es
precisamente la falta de compromiso con la paz a nivel internacional lo que ha
permitido grandes conflictos bélicos que han cegado la vida de millones de
seres humanos a través de la historia.
Los principios rectores de la cultura
de paz son fundamentales para instaurar un orden de justicia y bienestar, pero
no bastan en sí mismos para lograr la paz social, pues hace falta compromiso y
acciones concretas para darles vigencia. Cabe preguntarse, por lo tanto ¿de
quién depende tal compromiso? Indudablemente, los estados deben fortalecer la
cultura de paz, promoviendo la plena vigencia de los derechos humanos,
utilizando la educación como una herramienta transformadora, trabajando para
superar las desigualdades y fortaleciendo las instituciones democráticas, es
decir, tomando las medidas necesarias para asegurar una convivencia pacífica.
Sin embargo, la promoción de la paz no es una tarea exclusiva de los estados,
ya que la sociedad civil también está llamada a contribuir activamente en el
reto de neutralizar la violencia, de modo que se promueva y se practique la paz
a nivel comunitario, vecinal, escolar, etcétera.
La cultura de paz guarda estrecha
relación con los derechos humanos, pues al promover la comprensión, el respeto
y la solidaridad, es posible lograr una convivencia más justa, libre y
respetuosa de la dignidad humana. Claramente, se trata de una tarea compleja
que requiere el compromiso de parte de las autoridades, pero que sobre todo
necesita el apoyo de todas y todos para generar cambios estructurales que
faciliten la convivencia en un contexto de plena vigencia de los derechos
humanos.
Consolidar la cultura de paz es un
trabajo arduo, que requiere de la intervención de diversos actores, tanto
públicos como privados, que se esfuercen por el arreglo pacífico de los
conflictos, el respeto y el entendimiento mutuos, la promoción de la
democracia, la plena vigencia de los derechos humanos y las libertades, la
construcción del diálogo, la negociación, la búsqueda de consenso, la promoción
del desarrollo económico y social, la eliminación de toda forma de
discriminación, entre otras muchas acciones.
La paz es mucho más que la ausencia
de guerra, requiere sociedades que vivan en equidad, libertad, igualdad y
solidaridad, entre otros valores; es por ello que la construcción de paz es un
proceso que comienza con la promoción de la cultura de paz, para que a través
de la educación se instauren todos esos valores asociados que permitan alcanzar
la meta. Tal como dijo Eleonor Roosevelt "No basta con hablar de paz. Uno
debe creer en ella y trabajar para conseguirla".
Rafael Garrido Álvarez. Analítica.com. 19/02/13