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1670. A Monseñor Pere Casaldáliga, con inmensa gratitud

“Hablemos del Tiempo, hermanos,
antes de que sea ido 
lo que pudo ser humano. 
Antes de que sea en vano 
llorar un día perdido, 
un surco sin nuestro grano, 
un canto sin nuestro oído, 
un remo sin nuestra mano”… 
Estos versos de Dom Pedro reflejan perfectamente su personalidad, su corazón, sus brazos y ojos abiertos a los demás. 
El Obispo Pere Casaldáliga, misionero referente de “la iglesia del Evangelio y las sandalias”, teólogo de la liberación y poeta de la solidaridad, representa la cristiandad genuina, la que respeta la igual dignidad de todos los seres humanos, la de las manos tendidas, la de la austeridad extrema. Casaldáliga simboliza la frugalidad, la sencillez perseverante, la solidaridad, la entrega, el desprendimiento. Con sus versos y sus escritos y, sobre todo, con su ejemplo, ha iluminado tantos caminos!… 
Pere Casaldáliga nos enseña que la pobreza material de muchos es el resultado de la pobreza espiritual de unos cuantos encumbrados, que no quieren observar lo que sucede más allá de su entorno. Esto me lleva a recordar Federico García Lorca cuando en 1936 escribía: "El día en que el hambre desaparezca, va a producirse en el mundo la explosión espiritual más grande que jamás conoció la humanidad". La vida del Obispo Casaldáliga ha estado dirigida precisamente a contribuir a que desaparezca el hambre, se restañen las heridas y se reduzca la intolerable brecha social con la inmarcesible fórmula de “amarás al prójimo como a ti mismo”… 
"No hay caminos para la paz, la paz es el camino", nos recordó el Mahatma Gandhi. Un camino guiado por principios y valores. Por la justicia en primer lugar. Por la libertad y la responsabilidad. La paz es, a la vez, condición y resultado, semilla y fruto. Es necesario identificar las causas de los conflictos para poder prevenirlos. Evitar es la mayor victoria. 
En el Manifiesto 2000 -Año Internacional para una Cultura de Paz- suscrito por más de 110 millones de personas de todo el mundo, se establece "el compromiso, en mi vida cotidiana, en mi familia, en mi trabajo, en mi comunidad, en mi país, en mi región, de respetar todas las vidas; rechazar la violencia; liberar mi generosidad; escuchar para comprenderse; preservar el planeta; y reinventar la solidaridad". De esto se trata, de involucrarnos, de implicarnos personalmente en este proceso que puede conducir, en pocos años, a esclarecer los horizontes hoy tan sombríos y permitir la convivencia pacífica de todos los habitantes de la tierra. El Obispo claretiano Pere Casaldáliga es, en nuestra hoja de ruta cotidiana, componente crucial de la implicación personal para compartir, compadecer, convivir… para contribuir a ese otro mundo posible que anhelamos. 
Ha llegado el momento de llevar a cabo los cambios radicales que merece la nueva era en los albores de siglo y de milenio. La mujer ya figura progresivamente en el estrado. Es tiempo de acción. Disponemos de muchos diagnósticos pero de pocos tratamientos a tiempo. El legado intergeneracional que asegure una vida digna a todos los seres humanos exige transformaciones sin demora. 
Pere Casaldáliga nació en Balsareny, en 1928. Fue ordenado sacerdote en 1952 y en 1968 se desplazó a Brasil, su patria de adopción, para desarrollar una intensísima labor de reconocimiento, ayuda y orientación a las comunidades indígenas. ¡Sí: todos los seres humanos iguales en dignidad! Años más tarde fue nombrado Obispo de la Prelatura de Sao Félix de Araguaio, en el Mato Grosso. Fundó el Consejo Indigenista Misionero y la Comisión Pastoral de la Tierra… Cuarenta años de lucha en favor de la gente, contra la dictadura y el sometimiento. Se jubiló en el año 2008, pero ha seguido siempre en su puesto de vigía, de referente para nuevos rumbos y naves… 
En la “Misa de los Quilombos, el pueblo negro grita libertad”, uniendo su voz a la de Pedro Tierra y Milton Nacimento, con la colaboración de José María Castillo, Cyprian Melibi y Eduardo Lallana… establece lúcida y audazmente diseños de un porvenir común, sin discriminación alguna. 
Fue en 1502 cuando llegaron a Brasil y otros países americanos los primeros esclavos procedentes de África… Sus principales actividades eran la minería, la caña de azúcar, el café… Desde esta fecha hasta finales del siglo XIX sesenta millones de africanos fueron comprados por los traficantes. En la década de los 90, como Director General de la UNESCO, puse en marcha el Programa “La Ruta de los Esclavos” para poner de manifiesto y conferir todo su valor a este atroz hecho histórico. Los que lograban liberarse y huir de la esclavitud se refugiaban en territorios libres: son los llamados “kilombos” (Brasil) o “palenques” en Chile, Perú, Colombia… “Kilombo” significa “casa”. 
“Una nueva aurora que viene a despertar a la iglesia de Jesucristo... En el pasado no ha sido solidaria con la causa de los esclavos”, exclamó D. José María Pires, Arzobispo de Joao Pessoa, de raza negra, en Recife en el mes de noviembre de 1981. Eduardo Lallana ha comentado que Dom Pedro “se encontró en su Prelazia con tres grandes problemas: la lucha por la tierra, el pueblo negro esclavizado y los indígenas degradados y marginalizados”. Por este motivo compuso la Misa de la 
Tierra sin Males para “conmemorar los millones de mártires que en nombre de la civilización occidental cristiana, en nombre de la Cruz se hicieron a los pueblos indígenas”… 
Ambas misas, dos obras maestras de Teología y Poesía de la Liberación, son símbolos del quehacer pastoral de Dom Pedro y de su compromiso social y político. Dom Pedro Helder Camara alentó desde el primer momento estas acciones y Pedro Tierra, poeta y militante brasileño fue su inspirado escritor. “Para escándalo de muchos fariseos y alivio de muchos arrepentidos… cantamos el remordimiento y la esperanza”. 
Ante la reprimenda vaticana, Dom Pedro matizaba que “quien celebra la muerte del Señor ya reivindica toda Vida. Quien celebra su resurrección reivindica la Liberación plena de las personas y de los pueblos”. En 1992, la prohibición fue levantada… 
De este modo, progresivamente unidos por un Dios sin color de piel, sin pertenencias por razón de historia o de costumbres todos se sentirán parte del mundo en su conjunto. Como tan brillantemente expresó Rigoberta Menchú al pueblo maya, llegará un día en que “se levantará en lo más alto del cielo azul/ la voz de los que nunca hablaron”. 
La esplendida trayectoria humana de Dom Pere Casaldáliga me indujo a terminar la Introducción a mi libro “Recuerdos para el Porvenir” (2017) con unos versos suyos: 
Al final del camino me dirán: 
“¿Has vivido? ¿Has amado?”. 
Y yo, sin decir nada, 
abriré el corazón lleno de nombres”. 
¡Ha hecho tanto bien! ¡Son tantos los nombres que figuran en su corazón! 
Podemos tener la seguridad de que su estela seguirá iluminando los caminos del mañana. 
No le olvidaremos. Somos muchísimos los que le retendremos en nuestro iris y nuestra mente, para seguir "conspirando" en procurar aliviar y evitar el sufrimiento, para plantar semillas de amor en las tierras áridas de la desafección y del olvido, para alumbrar sonrisas en horizontes tan sombríos. 
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.

1631. Cuando la nave se hunde…


De pronto, escribió Leonardo Da Vinci, ya no hay a bordo ricos o pobres, jóvenes o ancianos, blancos o negros… sólo pasajeros afanados, trabajando en común para sobrevivir, para evitar el naufragio.
Ese es el consejo que ahora deberíamos difundir por todos los medios para que los “pueblos” tomen conciencia de la situación en la que, por primera vez en la historia, se halla la humanidad. En efecto, desde hace unos años, han aparecido una serie de amenazas globales como procesos potencialmente irreversibles, que exigen que se las aborde y trate a tiempo, antes de que sea demasiado tarde.
El cambio climático es ya una realidad incontestable. El océano glacial Ártico ha desaparecido prácticamente y la Antártida empieza a agrietarse. No se ha logrado reducir los gases “con efecto invernadero”… y la habitabilidad de la Tierra se deteriora sin cesar. La puesta en práctica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sabiamente adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en octubre de 2015 “para transformar el mundo”, no se llevan a cabo porque no cuentan con el respaldo efectivo de los grandes  países… y los ciudadanos  se hallan bajo la presión de un inmenso poder mediático que les aturde y les convierte en espectadores impasibles en lugar de actores responsables.
El neoliberalismo, capitaneado contra viento y marea por el Partido Republicano de los Estados Unidos, ha debilitado el Estado-Nación y ha sustituido el multilateralismo democrático de las Naciones Unidas por la gobernanza de unos grupos oligárquicos plutocráticos (G6, G7, G8, G20) que han conducido a la presente deriva, en la cual sólo cuenta el PIB, los intercambios mercantiles… y la discrecionalidad del Presidente Trump, al que nadie se atreve a enfrentarse.
Lo más preocupante es cómo germinan aquí y allá semillas de supremacismo, de racismo, de fanatismo, de dogmatismo… sin que nadie parezca acordarse de lo que sucedió en los año 1933 a 1939… Una gran mayoría de la ciudadanía se halla  siguiendo aturdida y obsesionada a sus equipos de fútbol o atenta en exclusiva al pasado inmediato y al presente, con reivindicaciones que, fundamentadas con frecuencia en torpezas de los que han gobernado a uno y otro lado, tendrían cabida en situaciones de menor apremio, no se da cuenta de que ahora las generaciones jóvenes y venideras son las únicas que merecen atención para conseguir mantener el mundo a flote y asegurarles una vida en condiciones aceptables.
Aunque haya razones para soñar y procurar  otros sistemas de gobernanza, aunque se estime que, por fin, se está cerca de convertirse en realidad lo que siempre se dijo que era imposible, lo único cierto es que ha llegado el momento de la unión de manos y voces y no de rupturas; el momento del multilateralismo eficiente y con autoridad a escala planetaria; el momento de la democracia genuina… porque, de otro modo, la zozobra será irremediable.
Que los medios de comunicación transmitan fidedignamente los datos sobre la sostenibilidad de la Tierra y alerten al mundo, sustrayéndose de las intencionadas noticias mercantiles y políticas que les incitan a lo contrario.
Que los grandes consorcios financieros se aperciban de la responsabilidad histórica que tienen, en situaciones sin retorno, de alentar y contribuir a la toma de  conciencia y no a la confusión y la desmesura.
Que los pueblos –“Nosotros, los pueblos”, como tan lúcidamente se inicia la Carta de las Naciones Unidas- tomen en sus manos, ahora que ya saben lo que acontece y que pueden expresarse libremente, ahora que ya son hombre y mujer, las riendas del destino común.
La nave, por no haber prestado atención a las recomendaciones que se han formulado repetidamente en las últimas décadas, se está hundiendo. Es preciso y urgente que, como en el relato leonardino, reaccionemos todos, porque a todos nos concierne, para lograr mantener en toda su grandeza el misterio de la existencia humana. “Todo es posible,… pero ¿quién si no todos?”, nos advirtió Miquel Martí i Pol.
Repito una vez más, porque para mí su lectura fue determinante, los versos de José Ángel Valente en su poema “Sobre el tiempo presente”:
“Escribo desde un naufragio.
escribo sobre la latitud del dolor,
sobre lo que hemos destruido
ante todo en nosotros…
Escribo desde  la noche,
desde el clamor del hambre y del trasmundo,
desde la mano que se cierra opaca,
…desde los niños infinitamente muertos,
…desde el árbol herido en sus raíces…
Pero escribo también desde la vida,
desde su grito poderoso
…desde la muchedumbre que padece…
Escribo, hermano mío, de un tiempo venidero”.
Inspirados por Leonardo Da Vinci, Miquel Martí i Pol y José Ángel Valente, depongamos cualquier actitud adversa al rápido restablecimiento de una adecuada y serena navegación. En los nuevos tiempos no será la razón de la fuerza la que prevalezca sino la fuerza de la razón, no las armas sino la palabra, no el  gregarismo sino cada ser humano capaz de crear, de reflexionar y decidir por sí mismo.
Si logramos mantener el buque a flote, con todos los pasajeros, la humanidad podría inaugurar una nueva era.
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.

1626. ¡Basta de “Informativos” que sólo transmitan malas noticias y banalidades!


Da la impresión de que predominan los asesinos, dementes, desvergonzados, haraganes, corruptos… cuando, por fortuna, predominan los seres humanos solidarios, generosos, que se desviven por atender a los demás.  Múltiples malos ejemplos que se divulgan a los cuatro vientos… cuando los más numerosos buenos ejemplos permanecen en los grandes ámbitos de lo silenciado.
Cuando se comunica lo extraordinario, lo insólito, lo que no tiene lugar habitualmente -que por esto es “noticia”- se debería acto seguido indicar cuál es la incidencia, qué grado de alarma social conllevan, qué atención ciudadana merecen…
Cuando, por ejemplo, leo o veo sucesos escolares muy poco edificantes, pienso que hay más de 800 mil docentes en España y unos 10 millones de alumnos en los distintos grados, la mayoría de los cuales observan una conducta apropiada y, con frecuencia, excelente.
En consecuencia, debe destacarse la excepcionalidad de los acontecimientos que se cuentan… o su trascendencia porque, de otro modo, progresivamente sólo interesa y preocupa el estado del músculo abductor que permitirá o no que tal futbolista pueda intervenir en la próxima contienda…
En resumen: además de las “noticias” sobre desastres, asesinatos, catástrofes… comuniquen, por favor, informaciones sobre hechos que pongan de manifiesto la inmensa bondad que anida, por fortuna, en tantas personas… y aquellos que resultan en beneficio de toda la humanidad.  Hace tan sólo unos días expusimos, con gran alegría, la prevención -que siempre es la mayor victoria- de enfermedades metabólicas en el neonato gracias a  la “prueba del talón”.  Estas alteraciones moleculares, si no se detectan y tratan a tiempo, originan un gravísimo deterioro neuronal irreversible.  En las últimas cinco décadas se han evitado estas discapacidades en más de 5,000 personas, que viven con total normalidad.   Que los medios de comunicación ponderen el valor de la prevención, que insistan en la importancia de invertir en salud y bienestar, en un nuevo concepto de seguridad que permita evitar o aminorar el efecto de las catástrofes naturales o provocadas, que exalte las actividades de tantos voluntarios que mitigan sufrimientos ajenos…
Sí, por favor: ¡dennos también buenas noticias!
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.

1615. Expresión libre e información veraz


La expresión irrestricta de nuestros puntos de vista es un Derecho Humano (art. 19 de la Declaración Universal). La Constitución de la UNESCO, que tiene como misión construir la paz "en la mente de los hombres", establece en su artículo primero "la libre circulación de las ideas por la palabra y por la imagen".
También es un derecho poder acceder a una información veraz, equilibrada, que no refleje la ideología, creencias,  partido político, etc. de quienes emiten la noticia.
Es intolerable que los muy pocos sean capaces de modelar el comportamiento de los muchos mediante el acoso de un enorme poder mediático, hasta el punto de que sigan callados e inaparentes cuando el tiempo del silencio ha concluido.
La desinformación es peligrosísima.
No me canso de insistir en el riesgo de ser sólo espectadores, receptores impasibles, pusilánimes, resignados. Las generaciones venideras merecen algo más. No nos dejemos convencer y ahormar. Con la mejor voluntad, muchas personas no conocen más verdades que las que se les presentan por quienes no dan puntada sin hilo pensando exclusivamente en las próximas elecciones.
Lamentablemente, hasta los medios de comunicación menos tendenciosos se inclinan, de vez en cuando, ante el inmenso poder del “gran dominio” (militar, financiero, energético, mediático).   La concentración del poder mediático audiovisual y escrito es de tal naturaleza que no sólo influye a escala mundial para justificar acciones difícilmente asumibles por la mayor parte del público sino que, a través de los medios más adecuados del "grupo", desencadenan movimientos especulativos de la economía  o crean "enemigos" para que no se desacelere la inmensa maquinaria de la guerra.
Muchas personas que no leen más de un periódico corren el peligro -salvo contadas excepciones- de formarse una idea totalmente errónea de lo que acontece. En consecuencia, sus opiniones sobre la gobernación, sobre la justicia, sobre los partidos... se van tiñendo de la misma parcialidad, de los mismos sesgos que los que caracterizan al diario. Lo mismo sucede con los canales de TV que, progresivamente, van perteneciendo a los mismos amos...
Es fundamental informarse prestando atención también a tendencias reconocidamente contrarias, ver otros canales de TV y escuchar, de vez en cuando al menos, otras emisoras de radio que las "habituales"... Y hablar desapasionadamente, serenamente, de temas controvertidos con amigos de "otros cestos"... Y ver también lo que pasa más allá de nuestro entorno, fuera de España.
Por cuanto antecede, es indispensable tener tiempo para pensar, para reflexionar sobre los distintos temas, para leer y escuchar otras opiniones y expresar después nuestros puntos de vista sin cortapisas, nunca al dictado de otros, nunca condicionados por influencias sectarias, fanáticas, dogmáticas, supremacistas. Sólo así  podremos avanzar hacia el otro mundo posible que anhelamos.
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.

1413. Una imagen horrenda para desencadenar la solidaridad

La UNESCO define a los "educados" a quienes son "libres y responsables". Seremos responsables cuando no necesitemos imágenes como ésta para reaccionar. Cuando no olvidemos que cada día mueren de hambre miles de niños, mujeres y hombres al tiempo que se invierten 3.000 millones de dólares en armas y gastos militares. Cuando no miremos a otro lado sabiendo que estamos deteriorando el medio ambiente. Cuando exijamos con firmeza a los mandamases con grandes clamores populares que la ayuda al desarrollo debe incrementarse para conseguir una vida digna para todos. Entonces seremos responsables.
Y dejaremos de merecer la terrible exclamación de Albert Camus "Les desprecio, porque pudiendo no se atreven".
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.

1365. Clamor

Clamor mundial
1. Contra el desvergonzado dominio de los mercados:
Es apremiante la convocatoria urgente de unas Naciones Unidas “refundadas” con un Consejo de Seguridad Socioeconómico, que detenga primero e impida después el deterioro social propio de un sistema de especulación, deslocalización productiva y guerra (3.000 millones de dólares al día al tiempo que mueren de hambre y desamparo miles de personas, la mayoría de las cuales son niñas y niños de uno a cinco años de edad)…
Es urgentísimo re-situar la OMC (Organización Mundial del Comercio) en el ámbito de las Naciones Unidas, y exigir que el FMI y el Banco Mundial (para la reconstrucción y el desarrollo) cumplan su cometido original y dejen de ser instrumentos obedientes a los más prósperos y acaudalados de la Tierra.
“Cumplir sus deberes”, dicen a Grecia los magnates y las instituciones que les representan. ¿Quiénes contrajeron la deuda? Responsables, sí, pero con “tempos” bien definidos para que no se contribuya a incrementar las desigualdades que los procesos actuales de “cumplimiento” exacerban: aumenta sin cesar el número de millonarios… pero, mucho más, el de menesterosos. Y, según OXFAM/INTERMON, ¡85 personas tienen mayor riqueza que la mitad de la humanidad!
Cumplamos todos los deberes de tal modo que todos podamos ejercer nuestros derechos.
2. Contra el fanatismo, venga de donde venga, especialmente cuando, desde los más siniestros e intolerables posicionamientos, asesina ¡en nombre de Dios! y alienta el odio y la intolerancia.
Clamor popular para que se convoque una sesión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la que se refundaría, con unas primeras medidas de emergencia, dotándola de un sistema que poseyera los medios y autoridad necesarios para evitar, con contundentes acciones inmediatas, que la comunidad internacional sea objeto de todo tipo de agresiones frente a las cuales los grupos plutocráticos (G7, G8, G20) creados por el neoliberalismo son totalmente ineficaces.
Este nuevo multilateralismo democrático debe disponer rápidamente de la capacidad –también militar, mediante las oportunas alianzas permanentes- de prever y erradicar cualquier actividad que afecte a la seguridad a escala mundial (terrorismo del 11 de septiembre de 2001; mortífera invasión de Irak en 2003; indebido tratamiento de la “primavera árabe”, particularmente en el caso de Libia y Egipto; guerra en Siria; terribles ataques del “Estado islámico”, que conlleva una interpretación totalmente equívoca e inaceptable del Corán…), así como regular las relaciones bilaterales y comerciales con aquellos países que siguen violando el respeto más elemental a los derechos humanos y que, todavía peor, financian a grupos terroristas…
Clamor popular. Ahora ya podemos, “Nosotros los pueblos”, exponer libremente nuestras discrepancias y nuestras propuestas de forma tanto presencial como digital. Hagámoslo. De otro modo, nos sería de aplicación la tremenda advertencia de Albert Camus: “Les desprecio, porque pudiendo tanto se han atrevido a tan poco”.
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.

1346. Desarme para el Desarrollo Humano y Sostenible

Desarme para el desarrollo humano y sostenible para una nueva economía y un nuevo liderazgo multilateral democrático.
Compartir, es la única solución para evitar las gravísimas desigualdades sociales y asimetrías de todo orden a que ha conducido el neoliberalismo globalizador.
Insisto –porque es una referencia esencial en mi comportamiento cotidiano- que es moralmente inaceptable que cada día mueran de hambre más de 20.000 personas al tiempo que se invierten en gastos militares y armamento 3.000 millones de dólares. Bastaría con una reducción razonable de estas ingentes y desproporcionadas cifras para que pudieran incrementarse rápida y sustancialmente las ayudas al desarrollo endógeno, sostenible y humano en todo el mundo; se atendiera el crucial legado intergeneracional del medio ambiente, asegurando que no tenga lugar el deterioro irreversible de la habitabilidad de la Tierra; la cooperación internacional permitiría la puesta en práctica de las grandes prioridades de las Naciones Unidas (alimentación, agua, salud, ecología, educación, paz…); y, sobre todo, se haría posible el “nuevo comienzo” que preconiza la Carta de la Tierra.
Todos los seres humanos iguales en dignidad. Cada ser humano único capaz de crear, de diseñar su propio futuro en un proceso de educación permanente, de tal modo que todos sean “libres y responsables”, como define magistralmente la UNESCO a los “educados”, actuando siempre en virtud de las propias reflexiones y nunca más al dictado de nadie. Con el fanatismo y dogmatismo, tolerancia cero.
Las alas para el vuelo alto en los tiempos que se avecinan no pueden estar lastradas ni presentar adherencia alguna.
Frente a la “profunda crisis del ultraliberalismo”, el Forum de Crans Montana al que acabo de asistir en Bruselas, propone “situar de nuevo al ser humano en el centro de toda política y estrategia”.
Es tiempo de acción, porque pueden alcanzarse puntos de no retorno. Ya disponemos de múltiples diagnósticos. Ahora corresponde aplicar sin demora tratamientos adecuados. Es apremiante la refundación del Sistema de Naciones Unidas después de los ineficientes e infaustos grupos plutocráticos (G-7, G-8, G-20), que el neoliberalismo estableció en la década de los ochenta. ¿Cómo pudo pretenderse –y aceptarse- que 6, 7, 8… 20 países guíen los destinos de 193? Y, sobre todo, deben re-ponerse los “principios democráticos”, que con tanta precisión y clarividencia establece la Constitución de la UNESCO, en donde el Partido Republicano de los Estados Unidos, en sus ambiciones hegemónicas y con la Primer Ministro Margaret Thatcher como obediente acólito, situó las leyes mercantiles.
Ahora ya es posible, en la era digital, que “Nosotros, los pueblos…”, silentes y obedientes desde tiempo inmemorial, puedan levantar la voz y participar activamente. Ahora, con la mujer progresivamente incorporada al proceso de toma de decisiones, ya es posible el imposible sueño, hasta hace bien pocos años, de emancipación de la humanidad.
Ahora ya podemos imaginar en el ciberespacio grandes clamores populares para los cambios radicales que se requieren con apremio. No tendrá lugar, por fortuna, la guerra de las galaxias en el espacio sideral sino en el espacio “digital” se originará la nueva paz, la formidable transición desde la fuerza a la palabra, desde una cultura de imposición, dominio y violencia a una cultura de encuentro, diálogo, conciliación y paz.
¿Cómo puede Europa, la gran emigrante, rechazar ahora a los inmigrantes? ¿Cómo puede poner obstáculos a su acceso en lugar de intensificar la ayuda al desarrollo para una vida digna en sus lugares de origen? ¿Por qué no completa rápidamente su edificio institucional con una unión política y económica? ¿Cómo puede aceptarse que la pretendida Europa-faro se haya detenido y circunscrito a una unión monetaria? ¿Por qué Europa sigue las pautas dictadas por el Partido Republicano norteamericano, cuando el propio Presidente Obama, para el bien de su país, las apartó cómo correspondía?
Convincentes voces (femeninas, por cierto) se alzaron en Bruselas para reclamar con urgencia la debida solidaridad, la reposición de los valores éticos en el lugar en que han situado los bursátiles.
En Bruselas advertí -¡otra vez!- que si no hay evolución habrá revolución y que la diferencia entre estas dos palabras es la “r” de responsabilidad. Dejemos de seguir a los irresponsables y, con urgencia, facilitemos la transición de una economía basada en la especulación, la deslocalización productiva y la guerra a una economía de desarrollo sostenible y humano. De una cultura de guerra a una cultura de paz, liderada por un a multilateralismo democrático y eficiente.
La mejor solución –aunque tengamos que sobreponernos a la inmensa inercia de quienes se aferran al perverso adagio de “si quieres la paz, prepara la guerra”- es el desarme (incluido, desde luego, el nuclear), aplicando una parte razonable de los colosales medios dedicados a la seguridad para el desarrollo de todos los pueblos, de tal modo que se haga realidad la igual dignidad y calidad de vida.
Desarme para el desarrollo: así de sencillo. Para ello son necesarias unas Naciones Unidas refundadas con urgencia. La solución existe. Falta el coraje y liderazgo para aplicarla. Antes la voz del pueblo no podía alzarse. Ahora sí. El clamor popular logrará los cambios que la humanidad reclama con urgencia.
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.
Federico Mayor Zaragoza. España, 13/06/15

1204. Fanatismo, tolerancia cero

Sea religioso, ideológico, deportivo... fanatismo, no. Es la negación de las distintivas calidades humanas. Debe erradicarse. Cualquier brote es peligroso.
Islamofobia, xenofobia de cualquier tipo, exaltación de cualquier índole, no. Hasta hace poco, la gente no podía expresarse libremente. Ahora sí. El tiempo de los espectadores impasibles, del silencio y de la sumisión ha concluido.
Europa, muy especialmente, debe ser referente en el pleno ejercicio de los derechos humanos. La Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, del año 2000, es mucho más importante, muchísimo más, que la prima de riesgo. La crisis no es sólo económica. Es sobre todo ética. Es la debacle de un sistema guiado por la codicia y el cortoplacismo. Un sistema que ha sustituido los valores morales por los bursátiles y las Naciones Unidas por grupos plutocráticos. Un sistema que ha sido capaz de invadir a otro país, con miles de muertos, mutilados y desplazados, con argumentaciones falsas, para justificar sus ambiciones geoeconómicas.
Fanatismo de nadie, por nada, a escala personal o colectiva. Tolerancia cero.
Todos los seres humanos disfrutando de todas las libertades, todos lo derechos, sin cortapisas. La emoción no puede sustituir a la razón, no puede anular las características que posee de forma exclusiva la especie humana.
En los últimos años, junto a acciones terroristas propiciadas por el fanatismo tanto inter como intrarreligioso se han producido, en países que deberían ser ejemplo de solidaridad y buen sentido, reacciones xenofóbicas extraordinariamente peligrosas. La historia nos demuestra que no deben tolerarse y que corresponde a instituciones internacionales revestidas de gran autoridad moral no consentirlo. Si en 1933, cuando Hitler escribió en "Mein Kamf" que "la raza aria es incompatible con la raza judía", se hubiera reaccionado con contundencia por parte de la Sociedad de Naciones... ni el holocausto ni, muy probablemente, la II Guerra Mundial hubieran tenido lugar. Pero la Sociedad de Naciones no pudo hacer nada porque el Partido Republicano de los EE.UU. no había permitido que su país fuera parte de la institución que su propio Presidente había creado, y carecía, por tanto, de la fuerza moral, estratégica y "física" necesaria para intervenir.
Todos los seres humanos son, sin excepción, iguales en dignidad y corresponde, ante una calidad de naturaleza global y una amenaza igualmente global, dotar al multilateralismo democrático de los recursos de toda índole que se precisan para esta "tolerancia cero". Es apremiante refundar un sistema de Naciones Unidas que permita a la humanidad esclarecer horizontes hoy tan sombríos, porque está claro que la fuerza de la razón no prevalecerá sobre la razón de la fuerza hasta que no seamos "Nosotros, los pueblos", quienes tengamos en nuestras manos las riendas del destino común.
Ya podemos expresarnos. Seamos millones los que unamos nuestras voces en el ciberespacio para rechazar de plano cualquier manifestación de fanatismo. Tolerancia cero.
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.
Federico Mayor Zaragoza. 9/01/15

1098. Ébola: vergüenza colectiva

Estoy consternado. Una vez más recibimos noticias que constituyen una afrenta a los principios más inherentes de la especie humana… y seguimos tan campantes dejándonos distraer por un inmenso poder mediático, aturdidos, sin reaccionar como deberíamos. Antes, no podíamos. Ahora, podemos. Podemos por un instante dejar de escribir cosas absolutamente irrelevantes en nuestro Twitter, Whatsapp, etc. y expresar firmemente nuestra protesta y nuestro grito.
Se invierten diariamente en armamento y gastos militares, no me canso de decirlo, más de 3.000 millones de dólares. Recientemente, los 28 países pertenecientes a la OTAN han anunciado que van a incrementar los gastos de defensa. También lo han hecho China y Japón. Y sin embargo la OMS indica que no tiene los mínimos recursos para proteger a las personas que atienden a los enfermos de Ébola o a la prevención de la difusión de la pandemia, porque, como sucede en todas las instituciones del Sistema de las Naciones Unidas, han tenido que realizar “serios recortes”. No hay dinero para la lucha contra el Ébola, no hay dinero para la lucha contra el hambre y la extrema pobreza (el último informe de la FAO es desolador…), no hay dinero para asegurar un alojamiento digno a quienes siguen, después de muchos años, en instalaciones provisionales para refugiados…
Ya lo ven: seguimos soportando la ausencia de un Sistema multilateral democrático, de unas Naciones Unidas refundadas, dependiendo en consecuencia de los grupúsculos G6, G7 o G8 y del acierto o no de decisiones adoptadas por algunos países que, aún actuando con buena voluntad, no pueden suplir a una autoridad reconocida a escala mundial.
Vergüenza colectiva. No hay unos pocos centenares de millones de dólares para luchar contra el Ébola… cuando lo que representa es un octavo del derroche militar diario.
¡Gritemos!
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España. 
Federico Mayor Zaragoza. 19/09/14

1024. Fanatismo en el siglo XXI, NO!

La historia está plagada de fanatismo, de dogmatismo, de obcecados hasta la total perdida de razón, de personas capaces de cometer, en nombre de su dios celestial o de su ídolo terrenal, todo tipo de desmanes. La Inquisición, Calvino… eran inexorables en el cumplimiento de su interpretación de una creencia que, en su caso, se basaba, sobre todo, en el amor al prójimo.
Fanáticos terroristas islámicos que han atacado los símbolos del progreso norteamericano, y, ahora en la más abominable de las acciones, en Irak, Siria y África… actúan de forma despiadada; ultra ortodoxos judíos que han expresado su asentimiento al bombardeo por Israel de escuelas y centros hospitalarios en Palestina; iracundos palestinos que provocan, ineficazmente pero con gran repercusión bélica, la furia israelí; Republicanos de los Estados Unidos que, basados en la mentira y por ambiciones hegemónicas, invadieron Irak produciendo gran número de víctimas y calamidades…
Sin ser exhaustivo, porque para muestra basta un botón, está clara y meridiana la conclusión: promovamos la actuación, coordinada por unas Naciones Unidas declaradas en estado de excepción y rápidamente reforzadas, de fuerzas capaces de contrarrestar de forma contundente estos disparates que avergüenzan a la humanidad.
La decisión del Presidente Obama debería contar de inmediato con el apoyo de todos los países democráticos, hoy excesivamente enfrascados en sus cuentas y primas de riesgo.
En el ciberespacio, millones de ciudadanos deberían, en un gran clamor, decir “NO” a los fanáticos, a los dogmáticos, a los racistas, a los que se escudan en un Ser Superior para aniquilar a sus adversarios.
Digamos un “NO” rotundo al fanatismo en los albores del siglo XXI.
Federico Mayor Zaragoza. Profesor, político y alto funcionario internacional español. Doctor en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Exdirector General de la Unesco. Director de la Fundación Cultura de Paz de España.
Federico Mayor Zaragoza. 26/08/14
http://federicomayor.blogspot.mx/2014/08/fanatismo-en-el-siglo-xxi-no.html

964. Alfons Banda, pionero de la Cultura de Paz

Ha fallecido en Barcelona, a los 70 años, Alfons Banda, infatigable promotor de los Derechos Humanos, la justicia, el desarme, la conciliación y la convivencia armoniosa.
Impulsó la creación de la Fundació per la Pau, creada bajo la inspiración de Sean McBride. Actualmente era Vicepresidente del Institut Catalá Internacional per la Pau.
Vigía de voz firme y rigurosa en favor de la igual dignidad humana, Alfons Banda ha sido químico de formación y profesor y director de diversas instituciones educativas.
Dirigió la colección de libros “Classics de la Pau i no Violencia”, y promovió actividades del colectivo “Pau i treva”.
Hace poco había escrito “sigo trabajando en un compromiso permanente por la cultura de paz. La paz es el camino, exigente, hacia una humanidad más justa y fraternal”.
Desde que le conocí, hace muchos años, mi admiración hacia este gran personaje no cesó de aumentar.
Se ha ausentado, pero su ejemplo seguirá inspirando la acción cotidiana de muchas personas, especialmente de jóvenes que necesitan estos referentes en circunstancias tan sombrías.

Federico Mayor Zaragoza. Doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, Ex Director General Adjunto de la UNESCO y Ex Director General de dicha organización. Presidente de la Fundación para una Cultura de Paz.
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935. ¿Más de lo mismo? No. El por-venir está por-hacer

Y será el poder ciudadano el que haga posible los cambios radicales que se avecinan. Ya no más grupos oligárquicos en lugar de unas Naciones Unidas refundadas, dotadas de los recursos personales, financieros y técnicos necesarios. Ya no más valoración y orientación estrictamente dineraria sino acción política guiada por los “principios democráticos” claramente establecidos en 1945 (Constitución de la UNESCO).
Ya no más una economía basada en la especulación, deslocalización productiva y guerra, sino en el conocimiento para un desarrollo global sostenible, que permita una vida digna a toda la humanidad y no excluya, como sucede ahora, al 80% de la misma.
Una economía que, para asegurar la igual dignidad de todos los seres humanos, esencia y fundamento de todos los derechos humanos, atienda las prioridades a las que toda persona debe tener acceso: alimentación; agua; salud; medio ambiente; educación y paz.
Ya no más explotación en base a acuerdos a todas luces abusivos, sino cooperación.
Ya no más olvido del medio ambiente, irresponsable desaire ético de incalculables consecuencias en las generaciones venideras.
Ya nunca más considerar como inevitable el genocidio cotidiano de desamparo y hambre de más de 60.000 personas, al tiempo que, por la seguridad de los más acaudalados, se invierten, en 24 horas, 4.000 millones de dólares en sofisticadas armas y gastos militares, fomentando -¡qué terrible incoherencia!- una “cultura de defensa”, de imposición y dominio en lugar de una cultura de paz, de encuentro, conciliación y alianza.
Sobre todo en cuestiones potencialmente irreversibles, deberán adoptarse las medidas que permitan procurar las condiciones de habitabilidad de la Tierra. En muy pocos años, la disponibilidad de carburantes a partir de esquistos y clatrenos marinos, cambiará la geoeconomía mundial, requiriéndose un gran incremento en las energías renovables para regular las emisiones de CO2 y de gases con “efecto invernadero”.
El por-venir está todavía por-hacer. El futuro que anhelamos emergerá de la conciencia global, de la ciudadanía mundial, con una equidad progresiva, capaz por fin de expresarse y dejar de ser invisible, silenciosa, sumisa.
Por fin, la ciudadanía podrá, presencialmente y en el ciberespacio, manifestarse sin cortapisas. La voz de los ciudadanos fortalecerá a las actualmente democracias “formales”, que han debilitado al Estado y han conferido un inmenso poder a consorcios multinacionales.
El por-venir está por-hacer. Pero como ha escrito Martí i Pol en un precioso verso, “¿quién, sino todos?”.
Unamos voces y manos. Suscribamos protestas y propuestas en las redes sociales.
Una gran inflexión histórica se aproxima.
Federico Mayor Zaragoza. Doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, Ex Director General Adjunto de la UNESCO y Ex Director General de dicha organización. Presidente de la Fundación para una Cultura de Paz.

905. Madiba, siempre presente

Nelson Mandela es uno de los grandes personajes de la historia de la humanidad. Luchó incansablemente por unos principios éticos que no deben subordinarse nunca a otras razones, circunstancias, apremios. Después de 27 años encarcelado, salió sin odio, sin ánimo de venganza, los brazos abiertos para la reconciliación, para el abrazo, para el perdón. “Olvidar no es posible. Disculpar, sí”.
En hábil “conspiración” con otro gran personaje, el Presidente Frederick De Klerk, con la inmensa fuerza moral que su ejemplar trayectoria emanaba, Nelson Mandela fue capaz de demostrar que algunos imposibles hoy pueden convertirse en realidad mañana. Que sólo los pusilánimes, los amilanados, los “realistas”, se dejan dominar por la inercia y rehúsan a inventar el futuro en el que sueñan.
Tuve el gran honor de reunirme con él en varias ocasiones antes y después de ser el primer Presidente de raza negra de Sudáfrica venciendo para siempre el apartheid racial. Le seguiré teniendo como referente cotidiano: el valor de la palabra; el papel esencial de la mujer para construir el otro mundo posible que anhelamos; las responsabilidades intergeneracionales como compromiso supremo…
“Todos los seres humanos iguales en dignidad”: este ha sido, este es, en esencia, el mensaje de Madiba. Retengámoslo con fuerza, ahora más que nunca, en nuestro comportamiento.
En mayo de 1988 le escribí un poema al cumplir los setenta años. Llevaba 26 en la cárcel. He aquí algunos de los versos:

“Ahí estás, aherrojado,
dándonos libertad
a manos llenas.
Queremos hoy que sepas
que nuestras alas
tienen en cada pluma
la marca de tus rejas…
Que desde tu celda
liberas y excarcelas
a tanto corazón anclado
en la tibieza…”

El Presidente Nelson Mandela deja una estela tan luminosa que su ausencia física no disminuirá ni un ápice su influencia, que tanto precisamos para los cambios radicales -la “revolución espiritual” que preveía Federico García Lorca- que se avecinan.
Federico Mayor Zaragoza. Doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, Ex Director General Adjunto de la UNESCO y Ex Director General de dicha organización. Presidente de la Fundación para una Cultura de Paz.

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