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1508. La crisis de Derechos Humanos en México y sus retos

Foto: ElNorte.com
Llevan a la feria denuncia social
Aunque existe una violación sistemática contra los derechos humanos promovida por el mismo Estado mexicano, la fe de muchos aún no se agota, coincidieron ayer el Padre Alejandro Solalinde y Raúl Vera, Obispo de Saltillo.
Los sacerdotes participaron en la mesa de diálogo "La crisis de derechos humanos en México y sus retos", en UANLeer 2017, que hoy concluye.
En la charla moderada por la periodista Sanjuana Martínez y realizada en Colegio Civil, los religiosos compartieron que aunque el País se encuentra en una grave situación, la esperanza se puede encontrar al seguir el ejemplo de Jesús.
"El Jesús oficial, el que ha sido aprovechado comercialmente, no nos salva, pero tenemos este Jesús, el del amor, que sí nos salva, y tenemos también una Virgen de Guadalupe, símbolo de liberación", dijo Solalinde.
Para Vera, al usar la violencia como estrategia política, el Gobierno ha sido el principal responsable de las acciones contra personas y medio ambiente.
"Se indigna uno ante un hecho, pero no se puede quedar ahí. Estamos viviendo ante una estructura diabólica, en una estructura criminal, tenemos un Gobierno criminal", señaló el prelado, tras narrar cómo la apertura a empresas trasnacionales ha devastado el medio ambiente del País.
Solalinde dijo que le parece increíble la impunidad de algunos gobernantes que violan los derechos humanos, incluso cometiendo crímenes de lesa humanidad.
"Están sucediendo crímenes inauditos, que nunca habíamos visto y pareciera que no sucede nada", comentó.
Para el sacerdote, los más de 30 mil desaparecidos han convertido al País en una fosa común.
Sólo el viernes pasado, dijo, al asistir a bendecir un sitio en García con la asociación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl) se encontraron restos humanos calcinados.
"Díganme si puede haber una forma más grave de atropello a los derechos humanos, no sólo del crimen organizado, de los zetas, zetitas y zetones, sino también de todos esos funcionarios sinvergüenzas, cómplices, hipócritas, que también se beneficiaron con el dolor y con el dinero de estos secuestros".
Los sacerdotes instaron a construir un México que incluya a los que aún no tienen voz o han sido más afectados por la violencia.
Al finalizar el diálogo se tomó un respiro para festejar que ayer el Padre Solalinde cumplió 72 años. Organizadores de UANLeer y activistas llevaron pasteles y cantaron "Las Mañanitas" al sacerdote, cuya misión es apoyar a los migrantes.
Leonardo González. ElNorte.com. 20/03/17

1504. Alejandro Solalinde, Candidato al Premio Nobel de la Paz 2017


Comité Noruego admite postulación de Solalinde para Premio Nobel de la Paz 2017
La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) confirmó que el Comité Noruego del Nobel aceptó la postulación del sacerdote católico y defensor de migrantes, Alejandro Solalinde Guerra, al Premio Nobel de la Paz 2017.
Esta postulación –presentada por la UAEM– fue recibida con mucha esperanza por el albergue, no tanto por el premio, sino por el interés de colocar en el debate internacional la migración de América Latina, las violaciones a los derechos de los migrantes centroamericanos y la nueva política norteamericana en materia migratoria, dijo Alberto Donis, uno de los coordinadores del albergue Hermanos en el Camino de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, fundado por Solalinde.
“Desde el año pasado nos dimos a la tarea de realizar todo el contexto que rodea la actividad del padre Alejandro Solalinde y decidimos postularlo con el comité del Premio Nobel; queremos y deseamos que se le reconozca en toda la actividad que lleva a cabo de protección de los derechos humanos, de la dignidad humana de los migrantes de Centroamérica a Estados Unidos”, destacó a su vez el rector de la UAEM, Jorge Olvera García.
Añadió: “Se reconoce y enaltece la labor que ha tenido Solalinde Guerra con el albergue, y ese es el tema que se mandó a Suecia. Oficialmente, Alejandro Solalinde Guerra es postulado al Nobel de la Paz 2017”.
Proceso.com.mx. Ciudad de México, 10/03/17 
http://www.proceso.com.mx/477673/comite-noruego-admite-postulacion-solalinde-premio-nobel-la-paz-2017 

Padre Alejandro Solalinde, Candidato al Premio Nóbel de la Paz
El Padre Alejandro Solalinde, fué propuesto por la Universidad Autónoma del Estado de México, como candidato al Premio Nóbel de la Paz, 2017.
El Padre Solalinde, es egresado de la Facultad de Humanidades de la UAEM, recibió el Doctor Honoris Causa por ser un referente mundial, en su lucha para proteger los derechos humanos de los migrantes de México y Centroamérica que viajan a Estados Unidos.
Entre múltiples acciones de bien común, impulsó el Albergue Hermanos en el Camino, ubicado en Ixtepec, Oaxaca, que brinda refugio, alimentos, atención médica y sicológica, así como asesoría jurídica a miles de migrantes, de distintas nacionalidades.
ElDiarioVision.con.mx. Toluca, Estado de México, 10/03/17 
http://www.eldiariovision.com.mx/noticia/nota,56875/ 

1414. ‘Hipócrita’ que México reciba refugiados

El padre Alejandro Solalinde Guerra, dijo en entrevista a los medios de comunicación que es un acto hipócrita por parte de las autoridades mexicanas que pidieron abrir las fronteras para inmigrantes sirios, pues la ternura que se siente por los niños ‘blanquitos, güeritos’, deberían sentirla por sus hermanos migrantes más cercanos, en este caso migrantes centroamericanos.
En su visita a San Luis Potosí como parte del Festival Multicultural de Migración “De Paso Pa’l Norte”, el padre misionero dijo que a México le falta vergüenza al referirse al acogimiento de refugiados sirios en el país, porque se vio la manera en cómo se rechazó a niños y niñas no acompañados el año pasado, que se pudieron haber acogido con el Programa Especial de Migraciones, sin embargo no lo hizo y la respuesta para los centroamericanos fue policiaca, y ahora se enternecen para apoyar a los sirios.
“Son un faro de luz pero oscuridad en su casa, por qué no les duelen sus hermanos del sur que están más cerca, que son los pobres más próximos de nosotros, son los prójimos, para ellos policías y para los demás asilos”, aseguró Solalinde.
Siete24.mx. México, 14/09/15

1388. “Veracruz es una fábrica de desaparecidos”: Alejandro Solalinde

Para el defensor de los derechos humanos de los migrantes e integrante de la Pastoral Social de Movilidad Humana, Alejandro Solalinde Guerra, la entidad se ha convertido en una “fábrica de desaparecidos”, donde predominan los “centros de sicariato” y un “Estado criminal” que atenta contra los periodistas.
De visita por el puerto de Veracruz para participar en jornadas de vocación religiosa (Semana Mercedaría), el padre Solalinde expuso que el territorio veracruzano ha sido y es tierra fértil para que organizaciones delincuenciales como Los Zetas hagan “reclutamiento forzado” de inmigrantes, “sobre todo hondureños” y de jóvenes mexicanos que son obligados a participar en actividades delictivas, sin que las autoridades estatales o federales hagan algo por impedirlo.
También sostuvo que en cárceles de México, principalmente en veracruzanas, hay miles de centroamericanos presos por delitos de extorsión o secuestro, sin embargo, Alejandro Solalinde reparó en que muchos de ellos fueron obligados por “células delincuenciales” que operaban con total permisividad u omisión de autoridades municipales, estatales y federales.
“Están (en la cárcel) por extorsión, uno que otro por secuestro, pero recuerden que en el apogeo de Los Zetas los obligaron, los arrastraron a un sicariato forzado (sic), y ellos tuvieron que participar contra sus mismos compañeros migrantes y algunas veces contra la misma población”.
En Veracruz, Alejandro Solalinde no pudo ser ajeno al reciente asesinato del fotoperiodista de Proceso y Cuartoscuro, Rubén Espinosa, así como de la activista del Movimiento 132, Nadia Vera, caso en el que enfatizó que la corrupción y la impunidad han permitido que hoy la entidad cuente a 15 comunicadores asesinados, luego de ejercer el oficio en territorio veracruzano.
“Pareciera que en Veracruz hay una total impunidad hacia la persecución y asesinato de periodistas, ni autoridades federales ni estatales vemos que hayan hecho algo (por detener los homicidios de comunicadores), tal pareciera que nadie va a poner un alto. El gobierno de Peña Nieto es cómplice del de Javier Duarte, un gobierno criminal”, acusó.
Las declaraciones de Solalinde Guerra no fueron bien tomadas por la arquidiócesis de Veracruz, cuyo vocero Víctor Díaz Mendoza se negó en diversas ocasiones a comentar lo dicho por el defensor de migrantes.
Entrevistado por separado, el secretario de Gobierno y exdiputado local del PRI, Flavino Ríos, sólo negó que Veracruz sea “permisivo” con las desapariciones forzadas de connacionales y de inmigrantes, incluso pidió –a través de la prensa– que el padre Alejandro Soalinde le mostrase los puntos de conflictos donde “desaparecen” inmigrantes y “lugares” donde son obligados a trabajar.
“Él puede venir y expresar lo que quiera, sin que nadie lo moleste, ni que nadie lo interrumpa, pero es muy fácil hablar en términos genérales, debería de decirnos hechos concretos”, reviró el colaborador de Duarte de Ochoa.
Noé Zavaleta. Proceso.com.mx. 27/08/15

Recibe CNDH a caravana migrante

 Los miembros de la caravana fueron encabezados por el padre Solalinde, quien agradeció el acompañamiento y las medidas cautelares emitidas por la CNDH
 González Pérez les ofreció integrar todas las quejas e investigarlas a fondo
Al recibir a miembros de la caravana migrante, encabezados por el padre Alejandro Solalinde, el Ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, señaló que no es correcto criminalizar a los migrantes, pues sostuvo que lo único que han hecho es visibilizar las enormes carencias y la problemática del fenómeno migratorio.
En la reunión, Solalinde agradeció y reconoció el acompañamiento de visitadores durante la caravana, así como la emisión de medidas cautelares por parte del Ombudsman nacional.
Asimismo, Solalinde presentó una queja en contra de las autoridades del Instituto Nacional de Migración y de la Policía Federal, las cuales –sostuvo— cometieron diversas violaciones a los derechos humanos de integrantes de la caravana, y pidió una amplia investigación de lo ocurrido en el retén de El Espinal, Oaxaca.
En las instalaciones del edificio sede de la CNDH, los migrantes expusieron a González Pérez lo que consideran diversas violaciones a derechos humanos por parte de autoridades migratorias y de la Policía Federal, y solicitaron su intervención para que no sean vistos más como criminales, ya que sólo buscan mejor calidad de vida para ellos y sus familias.
La CNDH informó que tiene registradas 139 quejas, presentadas por los integrantes de la caravana. El presidente de la Comisión Nacional aseguró que todas ellas serán integradas al expediente y los hechos denunciados, investigados a fondo.
González Pérez señaló que la Comisión Nacional está consciente de que dicha caravana –que inició el pasado 25 de marzo— visibiliza todo lo que se vive en el fenómeno migratorio, y que sus participantes no abandonan su país por gusto, sino por necesidad. Y quedan expuestos, en un segundo momento, a vejaciones tales como inseguridad, extorsión y delincuencia.
De manera especial subrayó las difíciles circunstancias que enfrentan las mujeres, niñas, niños y adolescentes, que están expuestos a una doble victimización.
La representación de los migrantes estuvo integrada por hombres, mujeres, niñas, niños y adolescentes. El Ombudsman nacional fue acompañado por el Quinto Visitador General, Edgar Corzo Sosa
Cndh.org. México, Distrito Federal,  18/04/15

1081. “México es una tumba clandestina, porque todo lo enturbian y no hay claridez en la justicia mexicana”: Alejandro Solalinde Guerra

Ante los hechos de violencia que ocurren con normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, el activista de los derechos humanos Alejandro Solalinde Guerra afirmó que “México es una tumba clandestina, porque todo lo enturbian y no hay claridez en la justicia mexicana”.
El defensor de los derechos de los migrantes expresó su consternación y enojo ante lo que ocurre con la desaparición de los jóvenes normalistas de Iguala, Guerrero. Advirtió que “han vuelto los malos tiempos al Estado mexicano”, al hacer alusión a las matanzas del 68, del jueves de Corpus Christi (10 de junio de 1971), de Aguas Blancas, Acteal y Tlataya.
El también director de la Casa del Migrante en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, pidió la “cabeza del gobernador de Guerrero”, Ángel Aguirre Rivero, quien -dijo- “por dignidad debe renunciar y liberar a los presos políticos que él mismo encarceló”.
También responsabilizó al Presidente Enrique Peña Nieto de la violencia registrada en el país, y le demandó que asuma su responsabilidad como titular del Ejecutivo Federal en torno a los hechos de Ayotzinapa, Guerrero, y Tlataya, en el Estado de México, los cuales “no son aislados”.
Solalinde Guerra precisó que el Estado mexicano se ha convertido en represor y perseguidor de los defensores sociales, activistas de derechos humanos, jóvenes estudiantes y periodistas. “No queda más que defendernos con nuestros propios medios de un Estado asesino”, advirtió.
El sacerdote consideró que la sociedad civil está llegando a su límite y esto podría desencadenar una nueva revolución en México.
Finalmente adelantó que en los próximos días participará en una reunión de “emergencia” para abordar los hechos de violencia en el país, pero no detalló fecha, lugar, hora, ni participantes para garantizar la seguridad de los asistentes
Diana Manzo. Jornada.mx. 05/10/14

La masacre de normalistas “es un mensaje de Estado”: Solalinde
“No es asunto de cárteles, sino política de Estado” la ejecución extrajudicial de seis personas, entre ellos tres normalistas, y la desaparición forzada de 43 más, en Iguala, Guerrero, señala el sacerdote Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino y quien lidia todos los días con los ataques del crimen organizado contra los migrantes.
Una semana después del ataque de la policía municipal de Iguala contra los normalistas, ocurrido la noche del 26 de septiembre, las autoridades estatales informaron que en el marco de la búsqueda de los 43 desaparecidos, encontraron fosas clandestinas con 28 restos humanos, aunque se negaron a confirmar que sean los estudiantes. El alcalde José Luis Abarca y el jefe de Seguridad Pública del municipio se dieron a la fuga. El procurador estatal agregó que un sicario del cártel Guerreros Unidos confesó la ejecución de 17 de los jóvenes por órdenes de su jefe. Los familiares de los jóvenes rechazan que esos cuerpos sean de sus hijos y exigen que se les siga buscando.
Alejandro Solalinde señala que es al estado al que se le debe exigir que responda por el crimen. “Los jóvenes no eran narcos o delincuentes; eran estudiantes, pero para el Estado, todo el que no está de acuerdo con él es un terrorista”, insiste. El sacerdote aclara que es necesario recordar que al gobierno, las Escuelas Normales Rurales le causan irritación. “Por eso siempre viven redadas, persecuciones y cierres”, ejemplifica.
Para el religioso, quienes se solidarizarán con los normalistas durante las movilizaciones debe exigir que el gobierno federal respete los derechos humanos y las libertades de expresión, manifestación y prensa. Y, además, “hay que pedir mínimo la cabeza del gobernador”, lanza el entrevistado, quien asistirá –junto con otros sacerdotes- a ofrecer consuelo y oído a los normalistas y sus familiares.
Solalinde señala que hay estados “olvidados”, como Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en los que los pobladores se organizan y cuestionan al gobierno, que trata de evitarlo. En ese contexto, la masacre “es un mensaje de Estado para los que ‘alborotan’”. La Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa (municipio de Tixtla), como el resto de escuelas de este tipo, es continuamente acusada de ser un “nido de guerrilleros”. Ya en 2011, fueron ejecutados extrajudicialmente dos alumnos en el transcurso de un cierre carretero; sus asesinos siguen impunes.
El sacerdote, miembro de la Pastoral de la Movilidad Humana, señala que sin embargo, “es muy tarde para reprimir conciencias. La gente ya no se va a dejar”, finaliza.
Desinformemonos.org. 8/10/14
http://desinformemonos.org/2014/10/la-masacre-de-normalistas-es-un-mensaje-de-estado-padre-solalinde/ 

1015. "México es un infierno": Alejandro Solalinde

Eladio Ortiz. elfinanciero.com.mx 
El padre Alejandro Solalinde criticó las respuesta y a la apatía que han mostrado las autoridades mexicanas y organismos en relación al tema migratorio.
“México es un infierno”, aseveró el padre Alejandro Solalinde al tiempo que señaló un sistema migratorio nacional simulador con fines políticos y económicos en donde no caben los derechos humanos; y advirtió que estas violaciones pronto dejarán de ser privativas de grupos vulnerables.
“Ya no se trata de un discurso simulador, sino un sistema de simulación, México es un país que en este momento tu analizas y es un infierno, porque tiene el primer lugar en secuestros, desapariciones, feminicidios, da los peores sueldo de hambre a los trabajadores cuando hasta un profesionista tiene que hacer dos o tres trabajos para poder sobrevivir y con el miedo de ser despedido”, dijo Solalinde durante la sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos en la capital coahuilense.
El sacerdote cuestionó la dilación y apatía que autoridades y organismos internacionales defensores de los derechos humanos han mostrado sobre el caso San Fernando, donde 72 cuerpos de migrantes fueron encontrados en una fosa hace cuatro años.
Enfatizó que lo que está sucediendo en México en materia de migración, según lo ha documentado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, no puede verse como piezas sueltas de rompecabezas, y que la masacre de migrantes debe ser un parte aguas para cuestionar.
“Varios elementos nos va a permitir comprender bien el complejo escenario de lo que pasó; uno de ellos es que el móvil de todos los agentes que participan en la explotación humana migrante, es el dinero, queda claro que hagan lo que hagan o cambien las modalidades, el afán de lucro ilícito por los migrantes es su móvil”.
Solalinde Guerra aseguró que lo que los explotadores han logrado, es deteriorar la dignidad de las personas migrantes a mera mercancía, y advirtió a la sociedad civil en general que un gesto de apatía deja expuesto a cualquiera.
Reprochó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el retraso de cuatro años y dos titulares que tuvo para pronunciarse sobre la masacre de San Fernando; de ahí que aseverara que en México el tema migratorio más allá de un asunto de humanidad, es un asunto politizado.
“En México y en Estados Unidos, más acá que allá, los migrantes tienen un efecto político; en los Estados Unidos, ser antimigrante, es una cualidad que permite a los competidores políticos obtener mejores resultados; en México, apoyar a los migrantes y las causas, aunque sea de dientes para afuera, también es un recurso que les reditúa posiciones políticas”, agregó.
El sacerdote defensor de los derechos humanos, dijo que la iniciativa Mérida no es más que un acuerdo bilateral de simulaciones con efectos psicológicos para mantener contento a Estados Unidos y poder ejercer políticas de facto que laceran los derechos humanos de los migrantes.
“Estados Unidos que es el que paga a México, obliga a México a tener políticas de facto no públicas, no las registradas en la ley de población que dicen ello se ciñen al estricto estado de derecho, pero que en realidad son políticas anticonstitucionales, que son de facto riesgosísimas que ponen en riesgo la vida e integridad de los migrantes, como este programa famosos de la frontera sur que no hace otra cosa más que un escenario de simulación del pacto con Estados Unidos para que se tranquilice y crea que México, es una verdadera frontera de contención”, mencionó el sacerdote.
Alejandro Solalinde aseguró que esa migración de la frontera sur que México presume, es un círculo, que pasan y pasarán, todos los migrantes que puedan pagar para hacerlo y los funcionarios encargados de la migración seguirán dejando pasar porque se han acostumbrado a vivir de los migrantes.
“Por encima del derecho y el compromiso de las políticas públicas del pacto, está el lucro y que los maquinistas no van a prescindir de su dinero tan solo porque gobernación les dice quevincrementen la velocidad de la Bestia; buscarán la forma de reducir la velocidad y seguir transportando migrantes; México no le dice a Estados Unidos que los mismos agentes de migración que se han acostumbrado a obtener dinero a costa de los migrantes lo van a seguir haciendo; tampoco les dicen que la policía federal se han caracterizado por sacar la mejor tajada”.
Aseguró que los agentes de migración van a continuar permitiendo el cruce ilegal “haciéndose de la vista gorda, o bien que van a participar también en los negocios ilícitos”.
Denunció que todas estas violaciones a los derechos humanos están pasando hacia adentro del país, donde existe impunidad en el 98 por ciento de las cosas y corrupción que calificó de “asquerosa” en los tres poderes de la unión; sin embargo, también denunció que hay todo un derroche de recursos públicos para mejorar la imagen de México en el plano internaciona
Magda Guardiola. elfinanciero.con.mx. 22/08/14

"Migrantes, moneda para el crimen y funcionarios"
Los migrantes representan una moneda de cambio para la delincuencia organizada y los funcionarios públicos, pues de ellos sólo obtienen dinero, aseguró el padre Alejandro Solalinde en su visita a Saltillo.
Tras remarcar que en los crímenes contra migrantes “hay una red de corrupción y una ley inoperante”, Solalinde detalló que este ilícito le cobrará una factura muy grande a la sociedad mexicana y a la norteamericana.
“El móvil de toda violencia, el dolor y el drama que viven los migrantes es el dinero; el crimen organizado, los servidores públicos no los hacen sufrir porque son malos, sino que quieren sacar dinero, son una mercancía”, declaró.
Alejandro Solalinde asistió a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) para realizar una ponencia sobre agresiones a los derechos humanos de los migrantes como parte de los trabajos del Tribunal Permanente de los Pueblos capítulo México, en el foro Holocausto y Exterminio que se llevó a cabo este viernes por la mañana.
Los cambios en la política migratoria, dijo, obligan a los migrantes a alterar su comportamiento y ruta, por lo que se tienen informes de que empiezan a utilizar los pantanos existentes en las fronteras con Chiapas y Tabasco.
El sacerdote reconoció el trabajo de los defensores coahuilenses en el norte del país y aplaudió las acciones realizadas en pro de los migrantes por el Obispo de Saltillo, Raúl Vera López, y el trabajo en la Casa del Migrante de Saltillo realizado en los últimos años por el padre Pedro Pantoja Arreola, quienes estuvieron presentes en el evento.
Recordó que las agresiones, amenazas y violaciones a los derechos humanos a los defensores de los migrantes continúan en todo el país, principalmente provenientes del crimen organizado, sin importar la frontera norte o sur, además de las que reciben por parte de los funcionarios públicos, tanto federales y estatales.
Paola A. Praga. zocalo.com.mx. 23/08/14 

920. Migrantes padecen un “holocausto” en México: Alejandro Solalinde

“Un holocausto”, violación a Derechos Humanos de Migrantes: Alejandro Solalinde
México, Distrito Federal. Durante un informe que presentó, el activista y sacerdote indicó que el 52% de los indocumentados sufre robo y un 33% extorsión, en su paso por el país
La violación a los derechos humanos de los migrantes es un "holocausto" consideró el padre Alejandro Solalinde durante la presentación de su informe "Narrativas de la transmigración centroamericana".
El informe, con base en los testimonios de los migrantes, señala 52% sufren robo, 33% extorsión, privación ilegal de la libertad 4% y amenazas 3%
Se precisa que de enero a junio de 2013, 21 mil personas pasaron por 7 casas de migrantes distribuidas en siete estados de México.
Su paso, según este reporte, ha documentado que la mayoría proviene de Honduras seguidos de El Salvador y Guatemala.
Sus razones son principalmente económicas pero la inseguridad que se vive en sus países es el segundo motivo por el cual emigran.
Estos datos los dio a conocer la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes que indican los lugares más peligrosos son Chiapas, Veracruz, Tabasco y Oaxaca.
"Después de analizar la información recabada de la política migratoria del actual gobierno hasta ahora, no ha supuesto mejora sustancial de la grave situación que padecían las personas traba migrantes en México, en comparación con las dos anteriores administraciones. Permanecen amenazas en el golfo y frontera norte, pero también en detenciones del Instituto Nacional de Migración. Continua existiendo impunidad en los delitos contra migrantes y lis defensores", dijo Solalinde.
Natalia Gómez. El Universal.com.mx. 18/12/13

Migrantes padecen un “holocausto” en México: Alejandro Solalinde
México, Distrito Federal. El director del albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec, Oaxaca, el padre Alejandro Solalinde, denunció que los migrantes centroamericanos que van en busca del sueño americano padecen un “holocausto” en su paso por México.
Durante la presentación del reporte Narrativas de la transmigración centroamericana, el primero que elaboran siete albergues comunitarios en seis entidades del país, Solalinde Guerra explicó que los indocumentados sufren un “holocausto, porque pareciera que estuvieran expuestos a todo tipo de violencia, de principio a fin, desde que salen de sus países de origen y cuando llegan a México, donde tenemos un cálculo de 10 mil migrantes desaparecidos, que es una cifra baja comparada con la realidad”.
En México, abundó, las organizaciones civiles y albergues han documentado “cientos de miles de extorsionados, de mujeres violadas que no están siendo tratadas, personas de las que no sabemos nada; al calvario el gobierno mexicano pone su parte a través del Instituto Nacional de Migración, no solamente para inhibir el paso del migrante, sino para castigarlo, hay un crimen autorizado por omisión y el gobierno es el culpable”.
A ese escenario en México, apuntó, se suma la persecución de los migrantes que logran llegar a Estados Unidos “que, aunque necesite mano de obra barata, llena las cárceles de migrantes. Si todo esto no es un holocausto, entonces no sé qué es”.
Solalinde Guerra aprovechó el evento para reprochar al secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Emilio Álvarez Icaza, por reservar el informe sobre migración elaborado por el relator Felipe González.
“De nada sirve que esté Emilio Álvarez en la CIDH, no ha entregado los informes, no sé si por respeto a México, por miedo o por conveniencia política”, señaló.
El documento elaborado por la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes registró la atención a 21 mil personas, de enero a julio de este año, originarias de Honduras (44%), El Salvador (27%) y Guatemala (20%).
Se destaca que 93% de los migrantes son varones de entre 19 y 29 años que pasaron por las siete casas de atención humanitaria.
Según los registros de la Red, para 74% de los indocumentados el objetivo final es llegar a Estados Unidos, y sólo 10% consideraba a México como una opción de sobrevivencia, ya que 83% declaró que el motivo por el que salió de su país de origen es la falta de empleos y la extrema pobreza.
También se resalta que la segunda causa de expulsión de los migrantes es la violencia y que 60% de quienes aceptaron ese móvil declaró haber sido víctimas de ella en sus países de origen.
El informe refiere que el nivel de violencia contra los migrantes pudo se identificado en 931 testimonios; de ellos, 802 fueron víctimas directas y 129 testigos de hechos graves.
Una vez en México, los migrantes son víctimas de robo (52%), extorsión (33%) y secuestro (4%). Y las entidades donde se registra la mayoría de los casos son Chiapas (38%), Veracruz (32%), Tabasco y Oaxaca (6% cada una).
“El señor de los trenes”
Los migrantes también identificaron a sus agresores: se trata de integrantes de la Mara Salvatrucha, Los Zetas, sicarios del Cártel del Golfo y de El señor de los trenes.
Además, se documentaron ampliamente 167 testimonios de víctimas, identificando 303 prácticas violatorias de derechos humanos, según los tratados internacionales en la materia.
Sobre estos registros, los abusos más denunciados son contra la propiedad, la libertad de tránsito y el derecho a la integridad personal.
Y las autoridades más señaladas de cometer los agravios son elementos de la Policía Federal (PF) y de las corporaciones municipales.
El sacerdote Alejandro Solalinde acusó la persistencia de una política migratoria que no ha variado en el trato discriminatorio hacia los centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
“No tienen salida, la violencia es lo único que encuentran, ya sea por el crimen organizado o por Migración, que es un instrumento policial de seguridad que garantiza a Estados Unidos el cumplimiento del Plan Mérida”, acusó.
En la presentación, en la que participaron activistas y voluntarios de las casas de migrantes, Solalinde pidió a las autoridades investigar y castigar los casos graves denunciados para abatir la impunidad, así como realizar las acciones pertinentes para que la Ley General de Víctimas también se aplique a los migrantes, y recomendó acciones de prevención, atención y castigo y reparación de daño en la elaboración del Plan Especial de Migración.
La Red está conformada por 12 organizaciones defensoras de migrantes, entre ellas el Albergue Decanal Guadalupano de Tierra Blanca, Veracruz; Albergue Hermanos en el Camino, de Oaxaca; Casa del Migrante San Carlos Borromeo, en Salamanca, Guanajuato; Centro de Orientación del Migrante de Oaxaca, y Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi, en Torreón, Coahuila.
Además de FM4 Paso Libre, en Guadalajara, Jalisco; La 72 hogar refugio para personas migrantes en Tenosique, Tabasco; Casa del Migrante Hogar de la Misericordia de Arriaga, Chiapas; Casa del Migrante San Juan de Dios en Irapuato, Guanajuato; Casa de la Caridad Hogar del Migrante (Caritas) en San Luis Potosí, y Tochan Nuestra Casa, en la Ciudad de México.
Gloria Leticia Díaz. Proceso.com.mx. 18/12/13
http://www.proceso.com.mx/?p=360725



570. “México está mal, hay que decirlo”: Alejandro Solalinde

México, Distrito Federal. Al recibir el premio nacional de Derechos Humanos, el presbítero Alejandro Solalinde Guerra llamó a dejar parcialidades, visión de partidos, iglesias y grupos aislados para unirse y crear sinergias para ayudar a México.
"Ya no se vale trabajar y vivir más para un solo partido, para una sola facción. Necesitamos unirnos, crear sinergias para ayudarle a México", advirtió ante el presidente Enrique Peña Nieto.
A su parecer, “México está mal, hay que decirlo. Y ya la forma tradicional, las estructuras tradicionales que teníamos ya no alcanzan, ya no”.
Por ello, consideró que México necesita reestructurar todo a través de los derechos humanos y dar un vuelco en la estructura de gobernar.
“Yo pienso que hemos tenido un estilo de gobernar que debe quedar en el pasado. Que debemos, ciertamente, tener como un eje transversal los derechos humanos para todas y para todos, no nada más de un sector”, sugirió.
Pidió a las autoridades escuchar a las personas que están abajo y estar cerca de la gente.
“No hay que tener miedo, no podemos tener miedo a nuestro pueblo, a nuestra gente. La disidencia es normal, y más en este tiempo de crisis que vivimos. Es lógico que un país con tantos rezagos, con tanta sed de justicia, hundido en la corrupción y en la impunidad, quiera cambios”, expuso el religioso.
Advirtió que la represión no es la solución, sino el diálogo.
Notimex. Azteca Noticias.com.mx. 10/12/12 18:25

Pide Solalinde a Peña escuchar a jóvenes, la represión no es solución
México, Distrito Federal. Al recibir el Premio Nacional de los Derechos Humanos en la residencia oficial de Los Pinos, el padre Alejandro Solalinde pidió al gobierno mexicano y en particular al presidente de la República escuchar las demandas de los mexicanos ya que México requiere cambiar su dinámica, además que tiene que buscar en esta crisis soluciones no epidérmicas.
"Necesitamos ver de otra manera los problemas, dejar de ver a los partidos, a las iglesias y las personas de manera aislada. Necesitamos crear sinergia y solo así podremos salir adelante".
Propuso un esquema de gobierno que esté cercano a la gente y pidió no tener miedo a la disidencia.
Desde la que dijo, es casa de todos, el director del albergue "Hermanos en el Camino de Ixtepec, Oaxaca fue tajante y dijo "México está mal y hay que decirlo y la forma tradicional que teníamos para resolver las cosas, ya no alcanza, necesitamos mirar de otra manera".
Sólo así, aseguró, podremos salir adelante. "México necesita reestructurar todo a través de los Derechos Humanos y dar un vuelco en la estructura de gobernar, porque esa forma debe quedar en el pasado y los derechos deben ser el eje transversal para todos".
Llamó al presidente Enrique Peña Nieto un hombre con servicio de autoridad "que no poder" y lo llamó a escuchar a sus subalternos a los que están abajo porque hasta ahora "el estilo del poder ha sido deductivo, autoritario, impuesto y paternalista y ha sustituido a la gente".
En ese sentido, propuso una dinámica diferente porque "necesitamos gobernantes, obipos también que estén abajo, cerca de la gente y que nos escuchen".
Llamó a no tener miedo y enfrentar la corrupción y la impunidad, dos de los principales males que aquejan al país.
El sacerdote agregó: "la represión no es la solución, sino el diálogo; escuhcar de verdad a la gente hace que se creen mecanismos de participación y herramientas, esctructuras de participación que no se queden en partes dosificadas sino en autogestión".
Fue entonces que el defensor pidió escuchar a los jóvenes que se están revelando en todo el mundo "y con razón porque no hay mañana para ellos, no hay oportunidades, por eso tienen que gritar y se expresan de esta manera".
Se refirió también a las mujeres; "nuestro México no va a cambiar, no va a superar su crisis, como tampoco las iglesias, mientras no escuche a las mujeres tenemos que escucharlas (...).
"Ya bastante nos hemos dividido y nos hemos acusado pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra", finalizó tras agradecer el reconocimiento y comprometerse por continuar su lucha en favor de los migrantes que pasan por México rumbo al sueño americano.
Antes, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) Raúl Plascencia, alertó sobre el incremento de prácticas como la desaprición forzada de personas, detenciones arbitrarias, ejecucines, cateos, cuando parecían desaparecidas resurgieron en los últimos años.
En ese sentido destacó la necesidad de atender el sistema de justicia adecuada y debidamente para lograr los resultados esperados por la sociedad, preveniendo el delito y no repetiendo las violaciones a los Derechos Humanos.
Radio Fórmula.com.mx. 10/12/12

Debe EPN aceptar disidencia y evitar la represión: Solalinde
México, Distrito Federal. El sacerdote Alejandro Solalinde pidió al gobierno federal aceptar la disidencia de los jóvenes, evitar la represión y propiciar el diálogo con quienes se inconforman ante los momentos de crisis que vive el país.
En el salón Miguel Alemán de la residencia oficial de Los Pinos, donde recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2012, el coordinador del albergue “Hermanos en el Camino” evitó hablar de las detenciones ocurridas el pasado sábado 1, durante la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como presidente de la República, pero demandó no criminalizar la protesta social.
En respuesta, el Ejecutivo expresó que el propósito de su gobierno es respetar los derechos humanos y propiciar un clima de tolerancia.
Luego de entregar el premio a Solalinde, Peña Nieto se refirió al Pacto por México y aseguró que una de las prioridades planteadas es el tema de los derechos humanos.
Su compromiso en esa materia, dijo, se expresa en el desistimiento de la controversia constitucional que interpuso en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la gestión de Felipe Calderón contra la Ley General de Víctimas, así como en el trabajo para formular el tipo penal de desaparición forzada, entre otros puntos.
El mexiquense se refirió ampliamente a la trayectoria de Solalinde y su trabajo con los migrantes, y le ofreció la colaboración de su gobierno.
Por su parte, el sacerdote –quien en mayo pasado se autoexilió durante siete semanas, debido a las reiteradas amenazas de muerte que recibió por su defensa de la migración centroamericana– pidió dejar atrás las visiones de partidos o de grupo, y unir las sinergias para ayudar a México a salir adelante en materia de protección de los derechos humanos.
“Debemos cambiar nuestra dinámica, debemos dejar nuestra visión de partidos, de iglesias aisladas, necesitamos unirnos para ayudar a México. México necesita reestructurarse a través de los derechos humanos”, apuntó.
“Ya bastante nos hemos dividido, nos hemos fragmentado, nos hemos acusado, y el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra”, añadió el cura de Tenosique, luego de haberse enlazado en abrazos con Peña Nieto y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
En el acto también estuvo presente el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva.
Arturo Rodríguez García. Proceso.com.mx. 10/12/12

569. Padre Alejandro Solalinde, Premio Nacional de Derechos Humanos 2012

México, Distrito Federal. El presbítero José Alejandro Solalinde Guerra, recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2012 que otorga la CNDH, por su destacada trayectoria y compromiso constante en la promoción y defensa de los derechos humanos de las personas migrantes.
El reconocimiento le fue entregado por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto y el Ombudsman nacional Raúl Plascencia Villanueva, durante una ceremonia efectuada en el Salón Adolfo López Mateos de la residencia Oficial de Los Pinos.
En el acto, Plascencia Villanueva invocó el Día Internacional de los Derechos Humanos y recordó que subsiste el reto de lograr que todas las personas estén en posibilidad de conocer sus derechos y los mecanismos para hacerlos valer.
Expresó su compromiso de abonar a la construcción de una relación institucional de respeto y trabajo en favor de los derechos humanos en México, ahora que inicia una nueva administración en el Poder Ejecutivo Federal.
“Debemos avanzar en la plena observancia de los derechos humanos y en el cumplimiento de los deberes que nos corresponde a cada uno de nosotros, lograr una plena vigencia del estado de derecho y una mayor cultura de la legalidad”, expresó.
Para que sea posible que nuestro tiempo sea el tiempo de los derechos humanos, indicó el presidente de la CNDH, hay una amplia agenda de pendientes que demandan de la voluntad y el esfuerzo del Estado en su conjunto, pero en especial, que hagamos de los derechos humanos un compromiso de todos.
Dijo que todavía hay temas que requieren de una atención inmediata, como el de las víctimas del delito y del abuso de poder, el acceso a la justicia, la sanción de los responsables, la reparación del daño, la prevención del delito, la persecución de los delincuentes y una justicia pronta, completa e imparcial.
Sostuvo que el país enfrenta prácticas que parecían ya superadas, como la desaparición forzada de personas; las detenciones arbitrarias; las ejecuciones, los cateos ilegales y la tortura, entre otras tantas. Aseguró que el mejor camino para lograr el fortalecimiento de las instituciones públicas es asumir, como servidores públicos o desde el ámbito privado, los compromisos que tenemos con nuestro país, buscando siempre observar la constitución y las leyes emanadas de ella.
Ante el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, integrantes de su gabinete, del Consejo Consultivo de la CNDH, legisladores y presidentes de comisiones estatales de derechos humanos, Raúl Plascencia reconoció la capacidad y entereza con las que desempeña su labor el padre Alejandro Solalinde, quien ha comprometido su vida a la protección y defensa de los migrantes que transitan por nuestro país con la esperanza de encontrar mejores condiciones para subsistir.
Subrayó que el galardonado promueve, de manera incansable, los derechos de los migrantes y combate frontalmente los actos arbitrarios, y la explotación de que son víctimas por parte de algunos servidores públicos y de la delincuencia.
En su oportunidad, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra afirmó que México está pasando por momentos difíciles, y pidió a las autoridades escuchar a las personas que están sufriendo, que no solamente son los migrantes y que “debemos hacer algo por ellos”.
El fundador y director del albergue Hermanos en el Camino, de Ixtepec, Oaxaca, dijo que para emprender la gran restructuración que requiere México, “necesitamos mirar de otra manera, empezar a ver de otra forma, dejar nuestras parcialidades, nuestra visión de partidos, de iglesias y de grupos aislados”.
Precisó que se debe dar un gran vuelco a la estructura de gobernar, en donde la autoridad escuche y permanezca cerca de la gente y que tenga como eje principal el respeto de los derechos humanos.
Cndh.org.mx. 10/12/12

Alejandro Solalinde, el “hermano en el camino”
México, Distrito Federal. El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra ha sido como un "hermano en el camino" de los migrantes en su paso por México hacia Estados Unidos.
El padre católico, nacido el 19 de marzo de 1965 en Texcoco, Estado de México, es uno de los más destacados defensores de los derechos humanos de los migrantes que ingresan al país, particularmente de forma ilegal desde Centroamérica, con la finalidad de llegar al país del norte.
Su labor filantrópica lo llevó a construir el albergue “Hermanos en el Camino”, el cual se encarga de atender a miles de migrantes.
El inmueble tiene una capilla, un comedor, una cocina y una palapa destinada a visitas.
Hermanos en el Camino además cuenta con dos dormitorios: el de hombres con 54 literas, y el de mujeres con 15. Los dormitorios además incluyen un baño y una enfermería, cada uno.
Alejandro Solalinde, quien este lunes recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos, estudió las licenciaturas de Historia y Psicología, y cuenta con una maestría en terapia familiar sistémica.
El 26 de febrero de 2007, el sacerdote mexicano fue designado como coordinador pastoral de Movilidad Humana por la Conferencia del Episcopado Mexicano, misma que abarca los estados de Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
Sus tareas de ayuda a los indocumentados le ha costado amenazas de muerte, y tuvo que abandonar el país entre abril y mayo de 2012, buscando refugio en Europa “de manera forzada”, según indicó.
Tras su regreso a Oaxaca, en agosto de 2012, Alejandro Solalinde dijo a Proceso que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) debía hacer un acto de arrepentimiento por los errores y abusos cometidos en 71 años de gobierno. Al actual presidente, Enrique Peña Nieto, Peña Nieto pidió que “desmantelara al priato”.
El padre Solalinde señaló que Ulises Ruiz, gobernador de Oaxaca de 2004 a 2010, intentó obstaculizar la labor del albergue para migrantes a su cargo, Hermanos del Camino.
“(Ruiz) Fue la persona que más luchó por impedir la operación del albergue, hasta intervino en la OEA (Organización de los Estados Americanos), en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; en reunión de medidas cautelares del 20 de marzo de 2010, mandó una persona para pedir que el albergue se reubicara” señaló a la revista.
Alejandro Solalinde Guerra ha recibido, además del Premio Nacional de Derechos Humanos, otros reconocimientos por su labor a favor de los indocumentados, como la “Medalla Emilio Krieger 2011” la cual es entregada por la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD); el premio “Paz y Democracia” en materia de Derechos Humanos, y el “Premio Pagés Llergo” de Democracia y Derechos Humanos.
Adn Político.com. 10/12/12

Solalinde
Ixtepec, Oaxaca. Alejandro Solalinde se toma un capuchino de treinta pesos y deja cincuenta de propina. Posee cinco camisas blancas de cuello Mao y dos guayaberas en su ropero, que él mismo lava y plancha. No tiene trajes, pero la blancura de su ropa basta para transmitir pulcritud y aliño. Su reloj cuesta ciento cincuenta pesos (Casio Illuminator), y no ha entrado a la generación de sacerdotes de BlackBerry, iPhone y iPad, aunque sí gasta pequeñas fortunas en tarjetas de prepago para sus teléfonos celulares, a donde lo llama la prensa nacional e internacional. Duerme en una hamaca dentro de un cuartito atiborrado de ropa, mochilas y libros de sus colaboradores, pero suele ceder ese espacio y tira un colchón en el patio donde pernocta rodeado de sus guardaespaldas. Si un migrante llega al albergue con los pies destrozados, él mismo va a la zapatería a comprarle un par de zapatos idénticos a los suyos. No tiene escritorio, ni secretaria, ni oficina. Recibe a la gente en una salita debajo de un techo de palma, y resulta imposible sostener una conversación con él sin que lo interrumpan cada dos minutos para pedirle jabón, papel sanitario, dinero, un vaso de agua. Se baña a jicarazos en un bañito que comparte con los voluntarios del albergue y usa un excusado que se desagua a cubetazos. Si entre los donativos del mercado de Juchitán llega una sandía, se la comerá sonriente aunque esté podrida. Lo cuidan cuatro policías estatales del gobierno de Oaxaca —que aceptó hasta que Margarita Zavala, la esposa del presidente Felipe Calderón, se lo pidió personalmente—, pero no hay viáticos para que lo sigan en sus continuos viajes, así que a partir de la central de autobuses de Ciudad Ixtepec, un pueblito de veinticinco mil habitantes enclavado en el estado de Oaxaca, al sureste de México, vuelve a ser oveja para los lobos. Carga su ropa en una maleta rota y de ínfima calidad, que ha perdido el asa y las rueditas, y que deja al alcance de cualquier mano su toalla amarilla.
Solalinde es de las pocas personas que se reinventan y dan lo mejor de sí mismas después de los sesenta años. Durante décadas no fue más que un cura de aldea, con todo el sacrificio y la convicción que eso requiere, pero sin mayor influencia social, política ni religiosa. Graduado de dos carreras universitarias (Historia y Psicología) además de sus estudios sacerdotales y con una maestría en Terapia Familiar, Solalinde es un administrador distraído que prefiere regalar el dinero antes que cuidarlo, y se juega la vida al oponerse a una industria en la que se confabula la más alta política con el crimen organizado: el secuestro de migrantes. Nunca será consagrado obispo porque dice lo que piensa de su madre Iglesia: que no es fiel a Jesús sino al poder y al dinero; que es misógina y trata con la punta del pie a los laicos y a las mujeres, y que no es la representante exclusiva de Cristo en la Tierra.
A los sesenta y un años se decidió a abrir un albergue de migrantes en Ixtepec, no sólo para interponerse a las violaciones a los derechos humanos de los indocumentados centro y sudamericanos, sino para preparar su propio retiro. Se había cansado de las disputas entre sacerdotes en la diócesis de Tehuantepec —situada en el Istmo del mismo nombre, en la costa oaxaqueña del Océano Pacífico—, se tomó dos años sabáticos para estudiar Psicología —contra el consejo de su obispo, que le dijo que era inútil porque a su edad no retendría los conocimientos— y renunció definitivamente a administrar una parroquia.
"Antes de entrar en esto de los migrantes era una persona sencilla, común y corriente, y desconocida. Escogí los migrantes porque eran una zona muy hermosa para morir, para pasar los últimos años de mi vida sirviendo de forma anónima, pacífica, privada, y retirarme así", contó el sacerdote Alejandro Solalinde el 29 de junio pasado en la Casa Lamm de la ciudad de México, donde inauguró una muestra de pintura. Después de visitarlo en Ixtepec, Oaxaca, a principios de junio, lo seguí en sus continuas visitas a la ciudad de México. En aquella ocasión acudió a la presentación de "Rostros de la discriminación", una muestra de cincuenta artistas que, animados por Gabriel Macotela, donaron sus cuadros para apoyar a la red de albergues que hospedan y defienden los derechos humanos de los migrantes centroamericanos en México.
Tras sólo cuatro años de coordinar el albergue Hermanos en el Camino, Solalinde se convirtió en una de las figuras más notorias no sólo de la Iglesia católica, sino de los defensores de derechos humanos. Delgado, de voz suave y de maneras corteses, es un imán de la polémica: ha sido acusado de pollero por un delegado del Instituto Nacional de Migración (INM); autoridades municipales lo quisieron quemar con gasolina con todo y albergue; se ha visto repetidamente amenazado de muerte y ha pedido perdón a los Zetas, a quienes considera víctimas de una sociedad violenta. Jugándose la vida, echó luz sobre el holocausto que padecen los centroamericanos indocumentados en México, que a nadie le importan. En Centroamérica se convirtió en una leyenda al punto de ser conocido como "el Romero mexicano" en alusión a Óscar Arnulfo Romero, el arzobispo de San Salvador asesinado por la dictadura.
En cada migrante que llega a su albergue, Solalinde observa el rostro de Jesús. "Me han enseñado que la iglesia es peregrina y que yo mismo soy migrante. Me han enseñado esa fe tan grande: la esperanza, la confianza, la capacidad de levantarse, rehacerse y seguir el camino. Sería fantástico que como católicos tuviéramos la capacidad de los migrantes de levantarnos de tantas caídas y seguir caminando en la ruta de Jesucristo".
Los cómplices (El holocausto migratorio)
En un México, que de suyo se ha tornado a la barbarie debido a la disputa por las drogas, no hay peor tragedia humanitaria que la explotación de los migrantes centroamericanos. Son el dinero más fácil: el secuestro de cada uno de ellos reporta entre mil y cinco mil dólares de ganancia y se secuestra a miles o decenas de miles al año. No votan en México, así que ningún político se interesa por ellos. No dejan remesas en México, así que el gobierno no invierte un centavo en protegerlos. No son un grupo de presión, así que la prensa publica sus historias de manera esporádica y anecdótica. No dejan un peso de limosna en las iglesias del país, así que sólo una parte marginal de la Iglesia católica se ocupa de ellos bajo la indiferencia de la jerarquía eclesiástica.
Óscar Martínez, un joven reportero salvadoreño, después de pasar tres años en las rutas de migrantes escribió un libro memorable, Los migrantes que no importan. En el camino con los centroamericanos indocumentados en México (Icaria). Martínez documenta cómo México transitó del asalto perpetrado por pequeñas bandas locales en Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz a la industria del secuestro masivo: de los ladrones y los violadores con machete y pistola a los comandos de Zetas con armas largas y autoridades cómplices. El auge del secuestro coincidió con el sexenio de Felipe Calderón y la militarización del combate al narcotráfico.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) es la única instancia del Estado que hace un esfuerzo por documentar los abusos a migrantes. Entre septiembre de 2008 y febrero de 2009 registró 9 758 secuestros; entre abril y septiembre de 2010, 11 333. Pero es muy probable que sus cifras se queden cortas frente a la realidad, porque el gran atractivo del negocio es que nadie será llamado a rendir cuentas. Nadie busca a los migrantes desaparecidos, y los que padecieron un secuestro difícilmente denuncian por la desconfianza a las autoridades mexicanas y la urgencia de continuar el viaje hacia el norte.
La guerra contra el narcotráfico ha impulsado la narrativa oficial de un enfrentamiento de las fuerzas del orden contra las fuerzas del crimen. Del lado del gobierno hay soldados y policías buenos que protegen a la sociedad de malignos transgresores de la ley que se disputan las calles. Dicha hipótesis pierde vigencia cuando se trata de los secuestros y abusos a los migrantes. En las violaciones a derechos humanos de los indocumentados suelen estar involucradas las autoridades, ya sea las policías municipales, estatales o ministeriales o también la policía federal, agentes del INM y, a veces, elementos del Ejército.
Amnistía Internacional (AI) publicó en 2010 el informe Víctimas invisibles en el que el adjetivo más recurrente es "generalizado": los secuestros, las violaciones sexuales, las extorsiones, los asesinatos, las desapariciones y la complicidad de las autoridades son generalizados, como generalizada es la indiferencia de los distintos niveles de gobierno. México atraviesa por una "epidemia oculta" de secuestros, sobre todo en las fronteras y en las rutas de paso: Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas. Los plagiarios, afirma, secuestran a "más de un centenar de migrantes" en cada golpe. De 238 víctimas y testigos que habían rendido su testimonio a la CNDH, "noventa y uno manifestaron que su secuestro había sido responsabilidad directa de funcionarios públicos, y otros noventa y nueve observaron que la policía actuaba en connivencia con los secuestradores durante su cautiverio". Amnistía Internacional: "Según algunos expertos, el peligro de violación es de tal magnitud que los traficantes de personas muchas veces obligan a las mujeres a administrarse una inyección anticonceptiva antes del viaje, como precaución contra el embarazo derivado de la violación".
El informe de AI relata no sólo los abusos de la Policía Federal, la Agencia Federal de Investigación (AFI) y el Ejército, sino los procesos kafkianos a los que se somete a las víctimas que se atreven a denunciar: pasan meses antes de que se les cite a rendir su declaración —para entonces muchos de los testigos y víctimas se han ido ya a Estados Unidos o a sus países de origen, pues mientras tanto deben vivir de la caridad de los albergues—, y cuando se les cita a identificar policías abusadores, les presentan fotos distorsionadas en las que son irreconocibles.
Ya en los testimonios recabados por Óscar Martínez, ya en los informes de AI, o en las historias que recogí en el albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec cuando acudí con el fotógrafo Alex Dorfsman para escribir este reportaje, los relatos de los secuestros son igualmente crueles, como el que me contó Alberto, un hondureño que se había quedado a trabajar de albañil en el albergue con la esperanza de reunir los tres mil dólares que había pagado su familia por su rescate: los migrantes son secuestrados en grupo y llevados a ranchos y casas de seguridad. Les exigen los números de teléfono de sus familiares en Centroamérica o Estados Unidos. Quien no lo proporcione o no tenga es asesinado de inmediato. Alberto estuvo plagiado una semana con otros nueve connacionales suyos, golpeados con tablas en la espalda baja (de ahí el verbo "tablear" asociado con los Zetas). Escuchó cómo dos fueron ejecutados porque sus familias no pagaron el rescate. Dos más nunca aparecieron. Seis sobrevivieron al secuestro y fueron liberados pero dejaron a sus familias con una deuda catastrófica.
Los Zetas, cuenta Óscar Martínez, no necesariamente ejecutan los secuestros, sino que absorben a las bandas delictivas locales y las ponen a trabajar para ellos. Lo mismo hacen con las autoridades de todos los niveles. Las organizaciones criminales cooptan a todos los eslabones de la cadena: a centroamericanos que se hacen pasar por indocumentados en el camino y se ganan la confianza de los verdaderos migrantes para sacarles información sobre sus familiares; a las policías locales, a las autoridades federales, a maras, a narcomenudistas, a taxistas, hasta a vendedores de refrescos que emplean como vigías. Y de ahí a la punta de la pirámide.
Alejandro Solalinde —cuyo nombre es el más citado en el informe de AI, con diez menciones— compara el abuso a los migrantes con la industria petrolera. El albergue Hermanos en el Camino, dice, es el jardín asentado sobre un rico yacimiento de petróleo que una mafia político-delictiva quiere perforar y explotar. Y señala a Ulises Ruiz Ortiz, ex gobernador del estado de Oaxaca (2004-2010), como una de las cabezas de esa mafia.
Emiliano Ruíz Parra. Gatopardo.com. 10/11

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